Este lunes comienzan los alegatos en el juicio que se lleva adelante para esclarecer el asesinato de Paula Toledo, en octubre de 2003, en el barrio El Sosneado, de San Rafael.
Este lunes comienzan los alegatos en el juicio que se lleva adelante para esclarecer el asesinato de Paula Toledo, en octubre de 2003, en el barrio El Sosneado, de San Rafael.
El juez Pablo Pañasco será el encargado de abrir la etapa final del debate donde se busca esclarecer el caso de Paula Toledo. A la hora de enumerar sus argumentos y presentar las pruebas contra Marcos Agraín, el único detenido por la causa, lo realizará ante los jueces Ariel Murcia, Alejandro Celeste y Esteban Vázquez Soaje.
El letrado se basará fundamentalmente en las pruebas recolectadas y a partir de la observación de las lesiones que presentaba el cuerpo y de testimonios que tomaron de algunas de las personas que conformaban el vínculo íntimo de la víctima.
De acuerdo al relato de la madre de Graín, el joven estuvo reunido en la vereda de su casa con amigos y luego se fue a dormir, tratando de desligarlo del crimen. Luego fue el padre de Marcos Graín quien respondió preguntas tanto de la defensa como de la fiscalía, y su declaración se mantuvo en línea con lo relatado por la madre del imputado. "Lo veía dormir desde donde yo estaba mirando TV. Y la ventana tenía rejas, por lo que no pudo haber salido por ahí", explicó el hombre el martes de la semana pasada.
En cuanto a las heridas de índole sexual que presentaba la víctima, sostienen que "además de implicar violencia expresiva en sí misma, hay una acción de crueldad pedagógica sobre la víctima y un mensaje a la sociedad. Es la agresividad por la agresividad misma, conjugando el poder físico y moral". Sostienen que las heridas en sus partes genitales, "en el caso de haber sido accedida por más de un varón", darían cuenta de un "pacto de fraternidad masculina, en el compartir la intimidad más feroz".