Pese a que el coronavirus ha provocado una caída abrupta de los precios del combustible, lo cierto es que sigue siendo un gasto importante que hay que tener en cuenta cada mes. Afortunadamente hay una serie de consejos y recomendaciones que se pueden aplicar a diario en el vehículo para reducir la factura. Estos son algunos trucos.
Evitar acelerar fuerte. Especialmente nada más arrancar el auto. El vehículo necesita unos minutos para tomar su temperatura perfecta de funcionamiento, por lo que lo mejor es evitar movimientos bruscos que gasten combustible innecesariamente.
Apaga el motor de vez en cuando. Los modelos más modernos tienen un sistema de apagado del motor automático cuando el vehículo está parado por ejemplo en un semáforo para evitar el gasto de combustible, pero si no es tu caso, puedes hacerlo tú directamente apagando el contacto.
Estaciona en la sombra. En el caso de que no dispongas de garaje procura siempre dejarlo a la sombra, ya que de este modo evitarás la utilización del aire acondicionado al arrancarlo y ahorrarás combustible.
Cambia de marchas frecuentemente. Este consejo no aplica para los coches automáticos, pero es muy útil para el resto. Es la mejor manera de llevar el vehículo de la manera más eficiente posible y ahorrando combustible. En los diésel se cambia cada 1.500 revoluciones y en nafta cada 2.000.
Cuida los neumáticos. El mantenimiento de los componentes del vehículo es fundamental y eso incluye las ruedas, ya que si están en mal estado afectarán a la conducción y generarán un esfuerzo extra al propulsor, notándose en el depósito de combustible.
Usa la calefacción de forma eficiente. Al igual que el aire acondicionado, la calefacción también gasta combustible, pero lo mejor es que no la pongas nada más arrancar el vehículo porque no servirá de nada y gastará combustible. Deberías esperar a cuando lleves ya un rato en marcha.
Aprovecha la inercia. En una curva, en una cuesta abajo o incluso antes de parar en un semáforo, puedes usar la inercia para desplazarte y evitar pisar freno o acelerador. De esta manera ahorrarás un poco de combustible y conducirás mucho más eficientemente.
Evita pesos innecesarios. Solemos meter demasiadas cosas en el baúl, muchas de ellas inservibles y que nunca usamos, que provocan un sobrepeso en el vehículo. Y lógicamente este peso adicional supone más esfuerzo del motor y más gasto de combustible.
Sube las ventanillas. Aunque en ciudad no tiene mucho impacto, el llevarlas bajadas en ruta provoca que se rompa con el flujo del aire por la carrocería y se genere un exceso de trabajo del motor, con el consiguiente gasto de combustible.
No abuses de la velocidad. A mayor velocidad más gasto de combustible, por lo que procura siempre respetar los límites y seguro que verás recompensa en el gasto de combustible.