La noche del jueves 19 de marzo, el presidente Alberto Fernández decretaba el aislamiento social preventivo y obligatorio en todo el país a partir del día siguiente. Así, ese viernes las calles de todo el territorio nacional amanecieron desiertas, pero eso sí: repletas de policías. Quienes caminaron por distintas zonas del Gran Mendoza o simplemente por el microcentro de la provincia, seguramente cruzaron a varias duplas de policías caminando las calles e incluso, puestos de controles fijos en diferentes intersecciones.
Con el paso de los días, algunas actividades comenzaron a flexibilizarse y la cantidad de puestos fijos se redujeron. Sin embargo, quedaron algunos "clásicos" como el que estuvo ubicado desde el inicio de la cuarentena hasta hace unos días en Peatonal Sarmiento y Patricias Mendocinas, justo frente a la Plaza Independencia. Ahora, se desarmó como otros que los mendocinos y mendocinas ya estaban acostumbrados a ver. ¿Cuál es la explicación?
"Hay razones estratégicas y tácticas. Hay puestos fijos que ya es habitual verlos en el mismo sitio, justamente por eso, se han transformado en puestos dinámicos y móviles. Si los seguimos manteniendo en esos puntos, son fáciles de evitar y eso resta eficiencia a los controles", comenzó a explicar Roberto Munives, director de la Policías de Mendoza.
"Entonces, se transformaron en operativos móviles. Es que con la flexibilización de la cuarentena, poco a poco van perdiendo sentido esos puestos fijos porque ahora hay que darle respuesta a la comunidad en lo que respecta a nuestra primera misión que es la de brindar seguridad integral de la ciudadanía", agregó.
Según Munives, en Mendoza- entre controles fijos y móviles- existen entre 200 y 230 puestos y alrededor de 2.500 efectivos están abocados a estas tareas. Pero la flexibilización de algunas actividades en la cuarentena no fue el único motivo por el que estos puestos fijos se convirtieron en móviles: los efectivos policiales afectados por el coronavirus impulsaron a reordenar las cartas para optimizar el recurso humano.
"Desde el 17 de julio a la fecha, hemos contabilizado 46 efectivos que resultaron covid-19 positivos, muchos de los cuales ya están recuperados y cumpliendo de sus tareas. En cuanto al resto, tenemos 15 uniformados en centros asistenciales y también tenemos a unos 100 efectivos en aislamiento por contacto estrecho con un paciente positivo. A esta cantidad debemos sumarle una cifra de 160, 165 policías que están dentro de la población de riesgo y no pueden trabajar como establecen los protocolos sanitarios", expuso el funcionario.
"Entonces, ante el crecimiento del delito que es algo objetivo y real, hay que optimizar recursos y ser más eficientes. Es importante decir que pese a ese crecimiento aún estamos por debajo de las estadísticas interanuales teniendo en cuenta la misma fecha del año pasado. Lógicamente, la disminución está relacionada directamente con la pandemia, pero también es cierto que antes de la pandemia, en enero y febrero ya veníamos teniendo una tendencia en baja en la tasa de delito con respecto a años anteriores como el 2016, 2017 y 2018. Con la pandemia, hubo caída abrupta de delito y hoy en día está creciendo. Si bien, lo hace por debajo de las estadísticas de otros años, es real y tenemos que actuar y cumplir nuestros deberes", cerró Munives.
