Comprar por internet, pero retirar personalmente. Ese es el plan diagramado por los shoppings para volver a funcionar en el marco de las medidas de aislamiento dispuestas por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus en el país.
Comprar por internet, pero retirar personalmente. Ese es el plan diagramado por los shoppings para volver a funcionar en el marco de las medidas de aislamiento dispuestas por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus en el país.
El pedido de los centros comerciales del país pretende flexibilizar el funcionamiento de estos establecimientos en una dinámica similar a la que se autorizó para comercios minoristas y de cercanía. A diferencia de estos últimos, los shoppings están cerrados desde que comenzó la cuarentena.
La propuesta apunta a que los centros comerciales operen como centros de distribución 'de cercanía' de productos de los diferentes rubros que venden las empresas que tienen sus locales allí. El plan es que los consumidores puedan realizar su compra online o por teléfono, y luego puedan retirar su paquete personalmente.
Para eso, piden que se habilite la circulación en los estacionamientos de los establecimientos, en el caso de que los compradores se acerquen en auto, o bien la atención en el ingreso principal, sin que se permita el ingreso de personas a las galerías y patios de los shoppings. Para identificar los pedidos, el cliente contará con su recibo impreso o un código QR que se asocie con su compra.
La propuesta, acercada al Gobierno por la Cámara Argentina de Shopping Centers, pretende que el modo 'para llevar' se aplique en todas las jurisdicciones que aún no abrieron las puertas de los centros comerciales.
"Tanto en Capital como en el Conurbano hay una impresión general de que la situación no está mejorando todo lo que era previsible, entonces mientras transcurre el tiempo y las autoridades públicas interpretan la realidad y toman medidas, pedimos esta operatoria que es un paliativo que puede contribuir a que las empresas puedan tener ingresos para seguir sosteniéndose".
Según el ejecutivo, el protocolo de shopping 'para llevar' apunta a que pueda ser utilizado para todos los rubros que operan en estos establecimientos, como indumentaria, electrónica, libros o perfumería, entre otros. "Es un paliativo muy pequeño que permita hacer algo de caja", dice el ejecutivo.
De todas maneras, en el sector asumen que el impacto de la pandemia sobre su actividad se prolongará en el tiempo, y que incluso cuando la cuarentena comience su flexibilización, habrá cambios de hábitos y rutinas dentro de los establecimientos. Menor cantidad de personas en las galerías y medidas de distanciamiento social serán parte de los protocolos futuros, con un efecto negativo sobre la facturación.
"Las aglomeraciones en los patios de comidas es una ilusión que no se va a dar en muchos meses. Y aun en los lugares que ya abrieron, las ventas se mantienen en un 30% de lo que fueron antes del coronavirus", dice Nirenberg.