La pandemia no agudizó la crisis hídrica, pero el oasis sur continúa complicado
Aunque la población en general se vio obligada a tener que permanecer más tiempo en sus casas debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio, desde Irrigación afirman que la cuarentena no tuvo efectos sobre el recurso hídrico que continúa siendo escaso y cuya situación es aún más grave en el oasis sur de la provincia.
Rubén Villodas, director de Gestión Hídrica del Departamento General de Irrigación, explicó que la cuarentena no tuvo efectos sobre el recurso porque no hubo restricciones específicas por el coronavirus en cuando a la distribución del agua.
"Respecto de lo que vimos en enero que fue el mes más complicado, cuando los caudales de enero que tendrían que haber aumentado y no pasó, comenzamos a cambiar la distribución y a replanificar todo", contó Villodas.
Dijo que esos cambios se hicieron efectivos en febrero, marzo y abril y que hubo buenas repercusiones. "Hay ríos como el Mendoza que no tuvo grandes inconvenientes, los usuarios hicieron cambios en el turnado y eso hizo que prácticamente llegara a un 97% de llenado que es cuando se llena normalmente Potrerillos, en abril", comentó.
Villodas explicó también que hay diques que podrían vaciar "hasta el fondo", como Potrerillos, pero que hay otros que tienen un nivel de volumen muerto, como el Carrizal que es agua que no podría extraerse. "Eso llegamos a verlo este año en Carrizal que fue cuando más se lo vació, a nivel mundial se está usando lo de reserva útil", enseñó.
Reservas totales y útiles, en los embalses de la Provincia de Mendoza. Información del Departamento General de Irrigación.
Con respecto a las otras cuencas, como las del río Tunuyán, Diamante y el Atuel, los pronósticos tuvieron errores más grandes por ser años "muy extremos".
"Hubo menos agua de que la que preveíamos que ya era poca, menos de la mitad del agua de un año medio. A nivel general estamos al 50% de un año promedio, es decir que tenemos la mitad del agua de lo que tenemos normalmente", aseguró el especialista.
Villodas sostuvo que tanto la cuenca del río Tunuyán como la del Mendoza no comenzarán una temporada de riego tan complicada porque pudo reponerse el caudal de llenado de los diques. Sin embargo, el oasis sur de la provincia sí estará complicado.
"El oasis sur va a arrancar mal, muy limitados, porque van a empezar igual o peor que el año pasado", comentó.
Dijo que por el momento se están evaluando diferentes escenarios para tomar medidas pero que hasta que no se haga el pronóstico de septiembre "no podemos decidir nada".
"Lo que nosotros estamos haciendo ahora es el desarrollo de un software para todos los turnados de todas las subdelegaciones, para que esté la información pública", contó.