El animal arrojó una almohadón sobre una estufa a gas y desató el siniestro que consumió gran parte de la propiedad. Los tres niños que permanecían en la vivienda, salieron ilesos.
Esta vez no fue un error humano ni una falla en la instalación eléctrica o del gas, la culpa de todo la tuvo un perro. Es que el animal tiró un almohadón sobre la estufa a gas y desató un incendio en una casa de Concepción, Capital, ayer por la tarde. Los tres chicos que estaban en la vivienda alcanzaron a salir. Las llamas quemaron por completo la cocina comedor y dañó parte de otras tres dependencias.
Fue minutos después de las 18. Fernando Reta y Natalia Reyna no estaban, y el único que cuidaba la casa (que es alquilada) de calle Aberastain al 1132 Norte, casi Colombia, era su hijo mayor Ignacio, de 13 años. Y justo llegaron de la escuela las dos hijas de la familia, de 10 y 9 años, con una amiguita. Lee además
Sonia Paredes, la madre de esa niña y vecina, contó que "los chicos dicen que el fuego comenzó en ese momento, cuando el perro tiró un almohadón encima de la estufa del comedor y ahí agarró todo. Me avisaron y vine corriendo. Pobres, los chicos estaban asustados y no quería salir. Ellos se quedaron en la pieza del costado, pero los saqué a la calle. Ya no se podía entrar a la otra parte de la casa", dijo Paredes. Los vecinos arrojaron agua como podían, pero poco pudieron hacer. Las llamas consumieron un juego de living, un modular, un juego de mesa y sillas, y artefactos como la cocina, un televisor, un equipo de música y una heladera, entre otras cosas.
El fuego también se extendió a través del techo de machimbre hacia un pasillo en dirección al baño y otras tres habitaciones. Eso hizo que el humo y el calor dañaran las paredes y parte del techo de casi toda la casa. Después, una dotación de Bomberos -a cargo del oficial Jorge Carbajal- logró apagar el siniestro antes que el daño fuera total.