Olivo: el cultivo con mayor proyección de crecimiento
Según el INTA, en 2020 se duplicaría su producción. El año pasado, se exportaron aceite de oliva y aceitunas de mesa por más de 30 millones de dólares.
Hay buenas noticias para el olivo: será el cultivo con mayor crecimiento de la Argentina hacia 2016 y, por si esto fuera poco, duplicaría su producción en 2020, según describe el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Según constata un informe del INTA, en los próximos años, la superficie olivícola nacional alcanzaría las 110.720 hectáreas, con una producción anual superior a las 100.000 toneladas de aceite de oliva. Esto posicionaría a la Argentina en el décimo lugar por superficie dedicada a esta actividad y lo convertiría en uno de los diez primeros productores mundiales de aceite.
El país cuenta con el potencial para transformarse en uno de los principales actores de la olivicultura mundial, expresó Ángel César Matías, especialista del INTA Catamarca.
El impacto económico de este rubro productivo, en concepto de exportaciones de aceite de oliva y aceitunas de mesa, superó los 30 millones de dólares en el primer trimestre de 2011. Según el último relevamiento de la Subsecretaría de Desarrollo de las Economías Regionales, en ese período se exportaron 2.494 toneladas de aceite de oliva por U$S 9 millones FOB y un valor unitario de U$S 3.614 FOB por tonelada. Y con respecto a aceitunas de mesa, en ese ciclo también se comercializaron 13.585 toneladas por U$S 21,1 millones FOB y un valor unitario de U$S 1.552 FOB por tonelada. En 2010, las ventas externas habían alcanzado las 85.324 toneladas, un incremento del 146,1% con respecto a la campaña de 2000 y por un valor de U$S 43,1 millones FOB.
Un producto del noroeste
Con alrededor de 105.000 hectáreas cultivadas de olivos, de las cuales el 70% está implantado bajo riego, Catamarca, La Rioja y San Juan lideran la producción argentina, seguidas por Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Río Negro y San Luis.
Catamarca destina el 80% de su producción olivarera a la elaboración de aceite, mientras que en La Rioja está dirigida a la industria conservera. El COI indica que, en la Argentina, el 65% de la producción de aceitunas se dispone para la elaboración de aceite y el 35% para aceituna de mesa.
En los últimos doce años, la elaboración de aceite de oliva se incrementó un 239% y la producción de aceitunas de mesa un 89,7%. En la campaña 2011, el sector alcanzó un volumen cercano a las 20.000 toneladas de aceite de oliva y 110.000 toneladas de aceitunas de mesa, según datos de la Dirección de Competitividad e Inclusión de Pequeños Productores del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Con el núcleo productivo en el noroeste argentino, la Argentina es potencialmente productora de aceites varietales y blends de mayor consumo en el mundo. La diferenciación de calidad del producto obtenido en las zonas olivícolas permite una mejor inserción y posicionamiento del aceite, dijo el profesional del INTA Catamarca.
Estados Unidos es el mayor comprador de aceite de oliva virgen, seguido por Brasil e Italia. Puertas adentro, el consumo promedio nacional de aceitunas de conserva y de aceite de oliva es de 15 mil y 5,24 mil toneladas anuales, respectivamente.
Fuente de trabajo
Además, el sector es una de las principales fuentes de contratación de mano de obra transitoria en las regiones de Cuyo y NOA.
Teniendo en cuenta que aproximadamente existen en Argentina 50.000 hectáreas de olivares modernos (intensivos), se requieren 400.000 jornales al año para poda, dijo Ruth Cáceres, especialista del INTA Catamarca.
Al cálculo, además, debe sumarse las contrataciones de técnicos, capataces y personal administrativo para las empresas. Para la cosecha, la demanda real es aproximadamente de 1.350.000 jornales al año, representando 14.440 puestos de trabajo durante los 90 días de la campaña productiva, añadió.