La trama del secuestro y desaparición de Marita Verón tiene hilos sueltos, nudos invisibles y una urdimbre secreta que, por inoperancia, negligencia o voluntad de impunidad, en la investigación se mantuvieron ocultos. Susana Trimarco está convencida de quién ha manejado la lanzadera: Rubén Alé. Jamás estuvo siquiera imputado, pero dos ex mujeres estarán sentadas en el banquillo desde mañana. Y su nombre será mencionado varias veces durante el juicio.