Una mujer comenzará este lunes a ser juzgada ante la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba acusada de matar de cuatro balazos a su pareja y de enterrarlo en una de las habitaciones de la pensión que ambos compartían en 2010, en la capital de esa provincia, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Mariela Vanesa Olmos, quien está imputada del homicidio de Víctor Hugo Ramírez (39), quien fue asesinado el 17 de marzo de ese año en una casa-pensión ubicada en calle Canalejas 1678 del barrio Bella Vista de la capital cordobesa.
Según consta en el expediente, el crimen se descubrió tres días después cuando la policía encontró en el inmueble el cadáver del hombre enterrado y recubierto con una capa de cal que había colocado para lograr su rápida descomposición.
El cuerpo estaba enterrado a un metro de la superficie y los peritajes realizados en el marco del expediente determinaron que había sido asesinado de cuatro balazos.
Las principales sospechas se centraron entonces en la concubina, quien luego confesó haber cometido el hecho cansada de los maltratos y vejaciones a las que su pareja la sometía, aunque los pesquisas comenzaron a barajar una hipótesis sobre venta de drogas y un tercero en discordia.
Los investigadores dudan que la mujer haya podido cavar la fosa sola y arrastrar el cuerpo que, en vida, pesaba algo más de 90 kilogramos, por lo que analizan la posible complicidad en el hecho de Rodolfo Alfredo Roldán, quien vivía en otra pieza de la pensión y, por ahora, está imputado pero sólo por encubrimiento.
Al ser detenido, Roldán, que también será juzgado en este debate oral, alegó ser ajeno al homicidio y posterior entierro del cuerpo y reveló además que familiares de Ramírez lo amenazaban.
Por su parte, Olmos dijo haber sido víctima de maltratos y vejaciones de todo tipo.
La mujer relató que la noche del 17 de marzo de 2010 su pareja la estaba golpeando y obligándola a consumir drogas, por lo que ella tomó el revólver calibre 32 largo propiedad del hombre y le disparó antes de desvanecerse por lo que le había dado.
Aseguró asimismo que, cuando se despertó, fue ella quien arrastró el cuerpo de su concubino hacia una fosa que él había cavado para ella, donde lo cubrió con cal, agua y tierra.
Sobre Roldán, manifestó que no recordaba que hubiera estado presente cuando todo esto ocurrió.
Sin embargo, los investigadores creen que el crimen estuvo motivado por un triángulo amoroso en el que había que deshacerse de Ramírez y, además, por una presunta disputa por la venta de droga al menudeo que se realizaba en esa casa.
Fuente: Crónica