"El show debe continuar" y Britney Spears lo tiene muy claro. La cantante de 33 años, vivió un momento incómodo durante un show en Las Vegas cuando, en medio de su actuación, el cierre de su traje negro con transparencias se rompió y su espalda quedó al descubierto.
Pero la Princesa del Pop no se detuvo. Cuando los bailarines que la acompañaban en el escenario se percataron de lo que sucedía con el vestuario de Britney intentaron, rápidamente, subirle el cierre, mientras la intérprete estadounidense continuaba cantando frente al público, como si nada hubiera pasado.
Tras varios intentos, ninguno de los bailarines logró arreglarlo. Pero, como la verdadera profesional que es, Spears siguió con la performance y al terminar la canción salió corriendo del escenario para solucionar el "accidente" que tuvo con su vestuario.