TRAGEDIA AÉREA

El copiloto habría sufrido de bullying

Andreas Lubitz, que provocó la muerte de 150 al estrellar un avión, habría padecido depresión y acoso de parte de sus compañeros.

Por Sección Internacionales

A medida que avanza la investigación, se conocen nuevos indicios que apuntan a una delicada salud mental de Andreas Lubitz, el copiloto de Germanwings que provocó la colisión del vuelo 9525 que partió de Barcelona con destino a Dusseldorf, en el cual murieron 150 personas. Según diarios europeos el aviador sufría de depresión y bullying por parte de sus compañeros de trabajo.

La Fiscalía de Düsseldorf confirmó este viernes que Lubitz estaba bajo tratamiento médico y que había ocultado un reciente examen médico que le ordenaba no subirse a un avión por el momento. El parte fue encontrado en una de las casas del copiloto, allanadas por los investigadores.

Además, medios alemanes como Der Spiegel citan fuentes cercanas a la investigación que dicen haber encontrado claros indicios de que el copiloto padecía “una enfermedad psiquiátrica”. El Rheinische Post habla de “burnout (estrés ocupacional crónico) o depresión”. Este periódico alemán informa, además, que las bajas médicas encontradas en la vivienda de Lubitz en Düsseldorf procedían de dos facultativos distintos y que el piloto había buscado la opinión de más médicos.

Por otra parte, el diario británico DailyMail publicó que Lubitz habría sufrido la burla y el acoso de sus compañeros de aerolínea. Lo llamaban "Andy Tomate", haciendo referencia a su pasado en esa misma compañía como auxiliar de abordo. Un amigo del joven de 28 contó al diario alemán Bild que "él tenía muchas ambiciones, pero era considerado de segunda liga porque había sido auxiliar en la cabina de pasajeros".

Esta no sería la primera vez que la salud se convertía en un obstáculo en su vida laboral. Hace seis años debió interrumpir su actividad como piloto, cuando estuvo bajo tratamiento por “un episodio de depresión severa” durante seis meses, según informó el Bild. Fue por ese motivo por el que interrumpió su periodo de aprendizaje en la escuela de pilotos de Lufthansa en la ciudad estadounidense de Phoenix.

Los encargados de la investigación también revelaron detalles impactantes de los momentos en que el avión Airbus A320 se precipitaba a tierra. El comandante de la nave que quedó fuera de la cabina de mando intentó derribar la puerta blindada con un hacha, pero no tuvo suerte. El sistema y los protocolos eran bien conocidos por Lubitz, quien sabía que era imposible una penetración desde el exterior.

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