No todo es mentira. Si bien Rolando Rolo Sartorio lo afirma en uno de sus temas del disco Atrapando Sueños, este sábado por la noche, sus cientos de fanáticos lo contradijeron a viva voz. No todo es mentira, Rolo, lo que produjo La Beriso en el Auditorio Ángel Bustelo fue genuino. ¿Las pruebas?: un recinto repleto como pocas veces, una previa que arrancó, al menos, dos horas antes, voces que corearon incansablemente, pogos y banderas que flamearon toda la noche jurando amor por esas letras y melodías.
La Beriso llegó a Mendoza y agotó las entradas para el recital en el que presentó su más reciente trabajo: Historias. La banda saltó al escenario a las 22.20 y sacudió a sus seguidores durante casi dos horas y media con un recital cargado de una energía de la que no muchas veces ha sido testigo el Bustelo. Traicionero fue el tema que subió el telón del auditorio: las historias acababan de comenzar.
Argentina, Todo es mentira, El éxito, Ella y Venenosa fueron los temas que siguieron con el recital. Luego, un bajo, un piano desatando su locura y esas poderosas guitarras que la banda presume anunciaban los primeros acordes de Te burlaste.
Momento de decirles buenas noches. Es increíble lo que hemos crecido en Mendoza. Muchas gracias por todo este cariño y respeto. Queremos volver pronto y no esperar ocho meses o un año para regresar. Lo dije una vez: hay muchas bandas que salen de Buenos Aires y toman otra provincia como su segunda casa, nosotros vamos a tomar a Mendoza como nuestra segunda casa, expresó Rolo y la eufórica masa celebró la decisión.
La banda que había visitado Mendoza en otras ocasiones presentándose en Aloha o N8 se mostraba gratamente sorprendida ante la noticia de que habían agotado las entradas al Bustelo, algo que no muchos artistas consiguen. Sartori celebró el anuncio y pidió que todos aquellos que iban a ver a La Beriso por primera vez en vivo esa noche, levantasen la mano: eran varios y el vocalista se refirió puntualmente a ellos antes de presentar su siguiente canción: A los que vienen por primera vez, vamos a decirles que esta es Mi banda de rock. Fue un despliegue de energía que erizaba la piel.
Un piropo a las mujeres mendocinas fue el pie para que comenzara Dónde terminaré y otro tema de Atrapando Sueños, Mirás al cielo, plantó una racha de mucha melancolía y canciones cantadas o, mejor dicho, vociferadas con el corazón. Sin tu amor, del disco Culpable, continuó con la seguidilla nostálgica. Cómo olvidarme selló el momento más sentimental de la noche, clima con el que continuó Perdoname.
¿Se aburren con las canciones tranquilas?, preguntó Sartorio mientras sus fieles se lo negaban rotundamente. El músico se había quedado solo en el escenario y todos los celulares iluminaron el recinto cuando empezó la melodía de Dejame, uno de los tantos temas más esperados de la noche.
El recital había bajado el tono pero la energía que se respiraba en el Bustelo seguía siendo muy intensa. Ahora la banda oriunda de las calles de Avellaneda tenía un nuevo desafío: levantar esa fiesta que llevó a sus seguidores a llorar de nostalgia y felicidad: ¿Quién no tenía una historia que haya sido reflejada por esta banda?
La misión fue cumplida exitosamente y Cómo dejar, del álbum Descartando miserias fue el responsable del pogo que se vivió en ese momento. Luego, una sensación de alivio y tranquilidad recorrió las almas que colmaron el Bustelo: sonaba Un error y Rolo afirmaba que había sido simplemente eso y nada más.
Sobre la recta final, la banda subió la apuesta y llevó el clima a un punto eufórico aún más alto con una batería de canciones que dejaron a todos satisfechos: Madrugada, Lo olvidó y Tan Sola completaron la lista. Incluso, al término de este penúltimo tema, los fanáticos seguían cantando el estribillo por lo que la banda decidió alargar la canción brindando, quizá, uno de los mejores momentos de la noche.
Vamos por la gloria bajó el telón de un gran encuentro que se terminaba con la promesa de volver y esas ganas de dar nuevamente a La Beriso otra inolvidable bienvenida a su segunda casa.
