Haim Jelin, el otro argentino a un paso del Parlamento israelí
Llegó a Israel escapando de la última dictadura en Argentina para continuar una militancia política.
Haim Jelin llegó a Israel a los 18 años escapando de la última dictadura en Argentina, "para no terminar en el Río de la Plata" y para continuar una militancia política que hoy lo ha llevado a ser uno de los dos argentinos que, salvo un resultado inesperado, ingresarán al Parlamento israelí por primera vez en la historia.
Inspirado por el sionismo socialista, Jelin se instaló en una de esas comunas de propiedad colectiva llamadas kibutz, que tan esenciales fueron para la creación de Israel y que permitieron a los judíos, tras siglos dedicados forzosamente al comercio, retornar a la actividad agrícola y poner fin a su largo desarraigo.
Con el aumento de la violencia del conflicto con los palestinos, Jelin fue virando ideológicamente hacia el centro del espectro político israelí, "convencido de la necesidad de hacer la paz" pero al mismo tiempo crítico de la acciones de resistencia palestina a la ocupación y colonización ilegales de sus tierras por Israel.
Luego de varios años como jefe del sureño Consejo Regional de Eskhol, Jelin se unió recientemente a Yesh Atid, un joven partido centroderechista de clases medias laicas por el cual es candidato a diputado en las elecciones del próximo martes en Israel, y que tiene como líder al ex presentador de TV, Yair Lapid.
"Decidí sumarme a un partido de jóvenes que son de la idea de que este es un momento inmejorable para tratar de lograr un acuerdo de paz con los palestinos a través de los países árabes", dijo Jelin, de 56 años, en entrevista con Télam en Tel Aviv.
"Creemos que por primera vez en la historia hemos dejado de ser rivales de los países árabes y compartimos con ellos dos enemigos: Irán y Daesh", agregó, usando el acrónimo en árabe del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controla extensos territorios de Irak y Siria y quiere expandirse por todo el mundo árabe.
En cuanto a la plataforma social y económica de su partido, Jelin dijo que Yesh Atid buscará aplicar una política "keynesiana" que aumente el papel del Estado y el gasto público e incentive el consumo y la demanda agregada, "en un camino hacia un Estado de Bienestar similar al de los países escandinavos", señaló.
Para Jelin, "el pueblo no está con Benjamin Netanyahu", el primer ministro saliente que busca su reelección a un cuarto mandato pero cuyo partido Likud viene en baja desde el comienzo mismo de la campaña, y que en los sondeos se ubica segundo por detrás de la alianza de centro Campo Sionista, de laboristas y liberales.
Según las encuestas, y como ocurre históricamente en el fragmentado mapa político israelí, ningún partido se acerca ni por asomo a las 61 bancas de las 120 del Parlamento necesarias para formar gobierno por sí sólo, así que la agrupación más votada deberá tratar de aliarse con otras fuerzas menores para lograrlo.
El político, en línea con lo ya anticipado por Lapid, dijo que su partido se sumará a Campo Sionista si recibe una oferta, aunque reconoce no estar seguro que la coalición de centro del líder laborista Isaac Herzog consiga finalmente la mayoría parlamentaria que se precisa para formar gobierno.
Jelin -que recomienda escribir su apellido así, y no Yelin, como puede verse en algunos medios de habla hispana- está séptimo en la lista de Yesh Atid, al cual los sondeos le adjudican unas 12 bancas. Salvo una catástrofe electoral, su ingreso al Parlamento debería estar asegurado.
Si lo logra y si Campo Sionista forma gobierno, también podría ser el próximo ministro de Seguridad Social, aunque esto depende más de las negociaciones poselectorales y, sobre todo, del desempeño de Yesh Atid en las urnas.
Otro argentino, el economista Manuel Trajtenberg, también ingresará al Parlamento, en su caso por el Campo Sionista. Y si su partido forma finalmente gobierno, es firme candidato a ser ministro de Finanzas.