Los fiscales defendieron este martes la convocatoria a la "marcha del silencio" para el 18 de febrero, cuando se cumplirá un mes de la muerte de Alberto Nisman, aunque con matices respecto del reclamo, dado que mientras algunos aseguraron que el acto será para rendir "homenaje" al fallecido funcionario, otros pidieron llegar al "tuétano de la verdad".
El fiscal Carlos Rívolo aclaró que la marcha, a la que se sumaron las fuerzas de oposición, no será para "pedir justicia" ni "un mejor funcionamiento del sistema", sino para "recordar la memoria" de Nisman, en tanto su par Germán Moldes advirtió que junto a varios de sus colegas serán "perros" que le "clavarán los dientes" al caso hasta llegar al "tuétano de la verdad".
En tanto, desde el Gobierno, el secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, planteó que los organizadores de la marcha "quieren tomar por tonta a la sociedad", al advertir que la iniciativa no será por Nisman sino por la reforma del Código Procesal Penal, al tiempo que acusó a la oposición de "actuar con una agenda prestada".
Rivolo dijo que el objetivo de la marcha no es "pedir justicia" o "presionar" a la fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Nisman, sino que la manifestación fue convocada por "la gente" y los fiscales se colocaron "en primera fila".
"No juego para nadie", enfatizó y agregó que la marcha "no es un tema de partidismo".
Moldes planteó que "en el tablero están delineadas las dos jugadas: habrá quien apueste a dar vuelta la página, a que con el campeonato de 30 equipos, el consumo, las playas de Mar del Plata y la telenovela turca esto pase, y habrá otros que seremos perros que le clavamos los dientes a este hueso y lo vamos a triturar hasta el tuétano de la verdad".
El fiscal insistió con que hay que seguir la "secuencia" de que Nisman "hace la denuncia" contra la presidenta Cristina Fernández por "encubrimiento" en la causa AMIA, "un lunes tenía que ir a explicarla en el Congreso y el domingo en la noche apareció (muerto) con un tiro en la cabeza".
Por su parte, el juez de la Cámara Federal de La Plata Carlos Rozanski criticó a los fiscales que convocaron a la marcha, al afirmar que se trata de "presión" por parte de los funcionarios judiciales "cualquier otra cosa" que no sea "dejar investigar" a la Justicia.
Desde el oficialismo, Forster, integrante del grupo de intelectuales Carta Abierta, cuestionó a los organizadores del acto al señalar que "no quieren la reforma del Código Procesal Penal porque implica romper privilegios de ciertos fiscales", tras lo cual cuestionó: "Llaman a una 'marcha del silencio' que no se termina de entender qué es"."Quieren tomar por tonta a la sociedad argentina, como si los fiscales que convocan no tuvieran muchos de ellos una profunda responsabilidad en el envilecimiento de la causa AMIA, en que no haya avanzado y en entorpecerla", planteó.
En tanto, la AMIA adhirió a la marcha y señaló que la iniciativa fue organizada "con el objetivo de que sea una movilización ciudadana, pacífica y sin banderías políticas, que exprese el sentimiento colectivo de lograr el real esclarecimiento del caso".
El titular de la CTA afín al Gobierno, Hugo Yasky, anticipó que la central obrera que conduce no participará en la marcha, al cuestionar "la catadura moral de los fiscales convocantes".
El referente sindical aclaró que la CTA "no comparte la catadura moral de los convocantes" dado que, advirtió, "todos tienen alguna cosa que explicarle a la sociedad".
Fuente: DyN
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