"Mi hermano Sebastián perdió la vida en la Sexta Sección, provincia de Mendoza en el año 2013 en un hecho de inseguridad. Yo vivía muy cerca de ahí, también fui victima de la inseguridad. En dos oportunidades ingresaron a mi vivienda, luego asaltan violentamente a mano armada a una amiga en mi vereda y yo no hice nada. Tres días antes que mataran a Sebastián hubo un asalto muy violento a cinco cuadras del departamento donde él vivía, yo elegí no hacer nada, sólo envié unos mensajes a mis conocidos, diciéndoles que tuvieran cuidado porque la Sexta Sección estaba más insegura que nunca.
Fui muy indiferente cuando una vecina tocó mi puerta para invitarme a una reunión por la inseguridad en la zona, pero elegí no participar.
Jamás hubiera pensado que pocos meses después iba a sumarme a aquel grupo de familiares "del dolor", que iba a ver la foto de mi hermano colgada en el pecho de mi madre mendigando justicia, que mi familia se iba a destrozar y que iba a sentir tan de cerca el dolor de la injusticia y la impunidad.
Hoy se cumple un mes más del asesinato de mi hermano, 17 meses de terrible impunidad e inmunidad. Todavía recreo en mi mente aquella noche del 6 de septiembre de 2013, no para obsesionarme, sino para seguir avanzando en la idea de que fue real; como también atesoro en mis recuerdos los momentos en que vi a Sebastián, el "Pacha", disfrutar de sus logros.
Hoy con pocas esperanzas, sólo nos queda seguir transitando este camino incierto hacia la búsqueda de esta justicia tan esquiva, tan dormida, tan viciada... impregnada de ineficiencia y corrupción...tal vez a buscar la justicia desde otro lado, a contribuir desde mi lugar a la construcción de una memoria colectiva, que nos lleve utópicamente al logro de una sociedad mejor.
Tal vez hoy sí, me involucre hacia la búsqueda de la verdad y la memoria, pilares de una sociedad sana y equitativa. Hoy 6 de febrero de 2015 siento que no es una elección, es una obligación. Agradezco a aquellos amigos que me acompañan en el camino de pensar y sentir que es así".
