La historia que comenzó allá por agosto del 2012 llega a su fin. Las denuncias por irregularidades contra el ex fiscal de Estado, Joaquín De Rosas, tendrán a partir del próximo jueves su capítulo final, cuando inicie el juicio político que puede terminar de confirmar su destitución.
El proceso, como cualquier otro juicio oral y público, durará, en principio, tres jornadas, en las que declararán unos 15 testigos.
Luego las partes darán sus alegatos y el tribunal, conformado por jueces, diputados y senadores, tendrán cinco días para dictar sentencia.
Si estos deciden dar lugar a la acusación, De Rosas quedará destituido y no podrá volver a ocupar un cargo público de todos modos tampoco podría hacerlo por su edad-.
El funcionario fue separado en agosto del 2012 luego de ser denunciado por legisladores opositores de haber beneficiado a los empresarios Vila y Manzano, en la expropiación de tierras. Según la acusación, los mediáticos empresarios recibieron entre 14 y 17 pesos por metro cuadrado, cuando el resto de los habitantes recibieron 3 pesos.
Lo cierto es que a partir de las 9 del próximo jueves -27 de marzo-, el funcionario deberá responder por estas irregularidades en un juicio oral.
Quienes deberán juzgarlos será el Jury de Enjuiciamiento, en tanto que el Procurador de la Corte, Rodolfo González actuará como fiscal. En tanto que De Rosas será defendido por Roberto Godoy Lemos.
El tribunal estará formado por los jueves Pedro Llorente, Alejandro Perez Hualde, Hernán Salvini, Omar Palermo, Carlos Böhm, Mario Adaro y Jorge Nanclares; los diputados Aldo Vinci, Nèstor Guizzardi, Néstor Parés, Silvia Ramos, Luis Francisco, Héctor Quevedo y Mónica Zalazar; y los senadores Andrés Da Rold, Néstor Marquez, Ricardo Pettignano, Ernesto Corvalán, Juan Carlos Jaliff, Fernando Simón y Sergio Moralejo.
Según afirmó Vinci, el proceso será rápido y se espera que no superen ampliamente las tres jornadas de debate. No hay muchos testigos. No se alargará demasiado, explicó a este medio, el diputado demócrata.