Es que mientras espera por el resultado de la necropsia clave en cualquier investigación por una muerte-, Gustavo Pirrello solicitó varias medidas que podrán ayudar a determinar si la causa de muerte fue por una agresión policial posiblemente el disparo de un gas lacrimógeno- o bien, por un botellazo, versión que da la fuerza.
Ante esto, el magistrado ordenó secuestrar la historia clínica del paciente, tanto en el hospital Lagomaggiore y Central, y solicitó el resultado de todas las tomografías que le realizaron a Carrasco.
Además, pidió al Ministerio de Seguridad, los audios del 911, desde horas antes del hecho, hasta que terminara el operativo del partido.
Sin embargo, lo más importante será el estudio que se le hará al cuerpo del joven, para determinar si tenía restos químicos de gas lacrimógeno o bien de vidrios. Esto inclinaría definitivamente la historia, por una u otra hipótesis.
Mientras tanto, han declarado varios testigos, entre ellos, el taxista que llevó al joven al hospital Lagomaggiore luego de sufrir la agresión. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho presente en la fiscalía, ninguno de los testigos que dicen haber visto a la policía dispararle al joven desde una corta distancia.
Estamos intentando identificar a algunos hinchas que ponen en las redes sociales que la policía agredió al joven. Por ahora no tenemos pruebas de eso, explicó Pirrello. En ese sentido, uno de los que declarará en las próximas horas será el hermano de la víctima fatal.
En medio de todo esto, el fiscal analiza la calificación del hecho. La necropsia determinará qué delito investigará el magistrado, que puede ser desde un homicidio preterintencional cuando la intención es lesionar pero finalmente se provoca la muerte- a un homicidio simple.
La primera de estas calificaciones es excarcelable, y tiene una pena menor de 3 a 6 años-, en tanto que la segunda prevé una condena de 8 a 25 años de cárcel, en caso de ser hallado culpable.