Recientemente, el líder norcoreano Kim Jong-un ha instado a que el Ejército se mantenga en constante preparación para el combate, con el objetivo de contrarrestar los supuestos planes de invasión de sus adversarios. Mientras Estados Unidos, Corea del Sur y Japón realiza ejercicios navales trilaterales para hacer frente a las crecientes amenazas nucleares provenientes de Corea del Norte.
En los últimos días, tanto los ejércitos de Estados Unidos como Corea del Sur han estado llevando a cabo ejercicios de verano por separado. Sin embargo, el régimen norcoreano considera este tipo de maniobras con participación estadounidense como simulacros de invasión, mientras que Washington y sus aliados mantienen que sus ejercicios tienen propósitos defensivos.
En un discurso pronunciado durante la celebración del Día de la Marina norcoreana, Kim Jong-un expresó que las aguas de la península coreana se han vuelto inestables debido a lo que él califica como "peligro de guerra nuclear", atribuyendo esta situación a la hostilidad dirigida por Estados Unidos. Asimismo, acusó a Estados Unidos de llevar a cabo ejercicios navales más intensos con sus aliados y de desplegar activos estratégicos cerca de la península coreana.
El líder norcoreano también citó una reciente cumbre entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón en la que se acordó fortalecer la cooperación en materia de defensa con el fin de contrarrestar el programa nuclear de Corea del Norte. En este contexto, Kim utilizó términos despectivos para referirse al presidente estadounidense Joe Biden, al presidente surcoreano Yoon Suk Yeol y al primer ministro japonés Fumio Kishida, a quienes calificó como "cabecillas" de sus respectivos países.
"La situación actual exige que nuestra Armada redoble sus esfuerzos para elevar su preparación bélica y mantener un estado constante de alerta en caso de conflicto, con el propósito de quebrantar la voluntad combativa del enemigo si surgiera una contingencia", declaró Kim.
En respuesta a esta retórica, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur lamentó profundamente el uso de un "lenguaje muy grosero" por parte de Kim Jong-un para difamar a los líderes surcoreano, estadounidense y japonés. El portavoz Lim Soosuk afirmó que Corea del Norte debe poner fin de inmediato a acciones que aumenten las tensiones mediante "amenazas imprudentes y provocaciones".
Por su parte, en Washington, Cho Hyundong, embajador de Corea del Sur en Estados Unidos, señaló que la retórica del líder norcoreano no frenará los esfuerzos conjuntos de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón por mejorar sus relaciones. "Las continuas provocaciones y violaciones de múltiples resoluciones de seguridad de la ONU por parte de Corea del Norte no harán sino fortalecer la cooperación trilateral en materia de seguridad", afirmó Cho.
Desde principios de 2022, Corea del Norte ha llevado a cabo más de 100 pruebas de armamento, muchas de ellas con misiles con capacidad nuclear destinados a atacar a Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Varios expertos sugieren que, en última instancia, Corea del Norte busca utilizar su creciente capacidad militar para obtener concesiones por parte de Estados Unidos.
Estas pruebas han llevado a Estados Unidos y Corea del Sur a ampliar sus ejercicios, retomar los entrenamientos trilaterales con Japón y aumentar la "visibilidad regular" de los activos estratégicos estadounidenses en la península coreana. En julio, Estados Unidos desplegó un submarino nuclear en Corea del Sur por primera vez en cuatro décadas.
En tanto, Kim Jong-un ha estado trabajando en la expansión de su arsenal nuclear e introduciendo sistemas de armamento más sofisticados. Durante su discurso en el Día de la Armada, Kim anunció que las unidades militares de cada servicio recibirían nuevo armamento en consonancia con la decisión gubernamental de ampliar el uso de armas nucleares tácticas. Destacó que la Armada se convertiría en "un componente de la disuasión nuclear del Estado que cumple el deber estratégico”.
Las fotos de los medios estatales mostraban a Kim Jong-un visitando el cuartel general de la Marina con su hija, al parecer llamada Ju Ae y de unos 10 años. Era su primera aparición pública desde mediados de mayo. Kim la ha llevado a una serie de actos públicos desde noviembre, desatando especulaciones sobre su estatus político.
Funcionarios surcoreanos afirman que Kim no la ha ungido como su heredera. Creen que Kim probablemente intenta utilizar la aparición pública de su hija como una forma de mostrar a su pueblo que uno de sus hijos heredará algún día su poder en lo que sería el tercer traspaso de poder hereditario del país./Infobae y AP.