La conducta habitual en tu perro de lamerse mucho las patas puede esconder un problema serio. Tu mascota podría requerir atención veterinaria urgente.
Mascota: qué revela la conducta de tu perro cuando se lame excesivamente las patas, según expertos
Tener una mascota implica conocer sus hábitos, atender sus señales y prestar atención a sus cambios de comportamiento. Cuando un perro se lame excesivamente las patas, muchos creen que se trata de un gesto tierno o una forma de higiene, pero la verdad podría ser otra muy distinta.
El lamido constante de las patas no siempre es un juego. Para muchos tutores de mascotas, este hábito resulta inofensivo o incluso adorable. Sin embargo, desde la mirada veterinaria, puede ser un síntoma de algo más profundo. La piel del perro es un reflejo de su salud, y un comportamiento repetitivo como este podría estar indicando una afección física o emocional.
Los veterinarios advierten que esta conducta puede estar vinculada a la aparición de hongos, dermatitis o zonas irritadas, sobre todo en lugares donde el ojo humano no alcanza a ver con facilidad, como entre los dedos o los laterales de las patas. Además, el exceso de humedad en esas zonas puede empeorar la situación.
En muchas ocasiones, el lamido tiene un origen emocional. Tal como las personas muerden sus uñas por ansiedad, un perro puede lamer sus patas para canalizar nerviosismo o estrés. Si tu mascota está sola muchas horas, tiene poca actividad física o carece de interacción social, esta conducta puede aparecer como forma de descarga emocional.
En estos casos, revisar la rutina diaria del animal es fundamental. ¿Tiene suficiente ejercicio? ¿Juega con otros perros? ¿Pasa mucho tiempo solo en casa? Estas preguntas pueden ofrecer pistas clave para entender por qué se lame.
No hay que minimizar esta conducta. Aunque pueda parecer menor, es importante llevar al perro a una consulta veterinaria. Solo un profesional podrá detectar si se trata de una alergia, una infección, la presencia de parásitos o una reacción a ciertos alimentos o al entorno.
Las causas más comunes incluyen:
El tratamiento varía según el diagnóstico. Puede incluir antihistamínicos, antiinflamatorios, cremas especiales o shampoos veterinarios, con el objetivo de aliviar la picazón y prevenir infecciones. Una mascota sana es una mascota feliz. Y a veces, lo que parece un gesto tierno o gracioso puede ser un grito silencioso de ayuda que no debemos ignorar./TN.
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