Mendoza impulsa programas que alientan la producción audiovisual: cómo aporta a la economía local y qué dice el sector privado.
El cine en acción: cómo Mendoza impulsa la producción audiovisual
Foto: Prensa Gobierno de MendozaEl cine argentino es un aspecto fundamental de la cultura nacional que representa la idiosincrasia local, refleja los conflictos sociales y recupera la historia que nos constituye. Es una industria que enfrenta transformaciones diarias, desmitificando las creencias de que el cine llegará a su fin. De hecho, en los últimos años el país estrenó destacadas producciones como, por ejemplo, Cuando acecha la maldad (Rugna, 2023) o Parque Central (Kemelmajer y Rezinovsky, 2022).
Cabe recordar que es una industria que requiere de apoyo estatal para su financiamiento en sus distintas etapas, desde la preproducción hasta la distribución. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) es un organismo estatal clave para el fomento de la actividad cinematográfica, aunque en el último año no aprobó ninguna película. En este contexto, la provincia de Mendoza se destaca por fomentar la producción audiovisual a través de programas de financiamiento.
Cash Rebate es uno de los programas que impulsa Mendoza Film Commission y recientemente anunció una nueva convocatoria para su IV edición. Celeste Taroppio -coordinadora de Film Commission- explicó a SITIO ANDINO que en las anteriores tres ediciones se otorgó financiamiento a 19 películas –18 ficciones y 1 documental–.
Las producciones audiovisuales pueden ser de cualquier parte de Argentina o del mundo, pero siempre en coordinación con productores y trabajadores mendocinos. Es decir, si se trata de una producción extranjera, ésta debe acordar o contratar equipos locales. Por ello es que Taroppio hizo hincapié en el aporte elemental que hace la industria audiovisual al fomento del trabajo.
Resaltó que no es casualidad que Mendoza Film Commission esté en el Ministerio de Producción, pues el rodaje de una película en sí mismo implica ganancia para la provincia: “Cuando hay un rodaje en la provincia son, mínimo, entre dos y tres semanas. Las personas que están en rodaje comen, usan transporte, alojamiento. Entonces el impacto también sucede durante el mismísimo rodaje”.
También señaló que los rodajes en Mendoza pueden alentar y colaborar con el turismo porque al ser elegida como escenario de un film se fortalece la divulgación de la belleza paisajística. En definitiva, Taroppio destacó que defienden el aporte tanto cultural como económico de la producción audiovisual situada en Mendoza.
Hasta ahora son 19 películas las que recibieron apoyo de las tres ediciones previas de Cash Rebate. Del total, todavía quedan cinco por filmar. Las demás ya fueron estrenadas o, bien, están próximas a estrenar.
Algunas de las películas que fueron estrenadas son: Simón de la montaña (Tachella, 2024), Los milagros existen (Llugany, 2023) y Jaque Mate (Nisco, 2024). Entre las que están por presentarse se encuentra una basada en dos relatos de Mariana Enríquez: La virgen de la tosquera (Casabé, 2025). Y, entre las que están en proceso de rodaje, se encuentra por ejemplo Masacre en el autocine (Araya), un film de terror mendocino.
SITIO ANDINO consultó a Marcelo Ortega, productor y presidente de Film Andes sobre el apoyo del Estado e impulso de la industria audiovisual de Mendoza. Destacó la calidad de las producciones locales (ficciones, documentales, animación) “vinculadas al territorio, la memoria, el medioambiente o a la historia”. Sin embargo, señaló la necesidad que tienen de un apoyo transversal: “Mendoza está generando narrativas potentes, pero necesita un ecosistema que las sostenga y continúe en el tiempo”.
Ante la consulta sobre la situación actual del INCAA, Ortega destacó el rol clave que ocupó hasta el 2024, situación que se detuvo este año: “En 2025, con su parálisis, la producción local se ve muy afectada. Sin concursos, sin fondos ni continuidad institucional, muchos proyectos quedaron en pausa. Hoy dependemos casi exclusivamente del esfuerzo privado y de coproducciones internacionales”.
Si bien Mendoza tiene potencial y se destaca por su calidad profesional, lo cierto es que la reducción de políticas públicas que apoyen al sector desalienta el crecimiento. A pesar de este escenario, Ortega resaltó que la provincia cuenta con alianzas entre el sector público y privado que tiene perspectiva: “Mendoza Film Commission es un buen ejemplo”.
Pese a la complejidad que supone llevar adelante el rodaje de un film en este contexto, Ortega indicó que desde la experiencia de Film Andes acompañan entre 2 y 4 largometrajes por año, además de series y documentales. En 2024 concretaron La Virgen de la Tosquera, premiada en varios festivales y pronta a estrenarse.
En definitiva, ambos testimonios destacan la relevancia de la producción audiovisual para el desarrollo cultural y económico de la provincia. Por lo tanto, la articulación entre lo público y lo privado emerge como una necesidad y una respuesta al fomento de la cultura y el trabajo local. A través del impulso de productoras y programas de fomento -como Cash Rebate-, la provincia puede consolidar una industria audiovisual con fuerte perspectiva hacia el futuro.