Con la incorporación de Ben Stiller y Bad Bunny, la secuela promete más risas y locura que nunca. Todo sobre el regreso del clásico noventero.
Adam Sandler vuelve al golf: "Happy Gilmore 2" ya está en Netflix tras casi tres décadas
A casi 29 años de su estreno, “Happy Gilmore” vuelve con todo. La esperada secuela, protagonizada otra vez por Adam Sandler, ya está disponible en Netflix y se perfila como uno de los grandes lanzamientos de julio. Con participaciones especiales de Ben Stiller y Bad Bunny, revive el espíritu del clásico de los 90 con una buena dosis de comedia y nostalgia.
Con una duración de 114 minutos, la película retoma la historia del excéntrico golfista, esta vez enfrentando el desafío del retiro, los dilemas familiares y el inevitable paso del tiempo. Una comedia que mezcla nuevas locuras con guiños a los fanáticos de siempre, y que promete risas aseguradas en cada escena.
De acuerdo con la sinopsis de Netflix, adelanta lo siguiente sobre la película: "El juego no ha terminado para Happy Gilmore. El legendario y explosivo golfista interpretado por Adam Sandler vuelve al green para cumplir el deseo de su hija".
Desde el inicio, la producción de "Happy Gilmore 2" estuvo marcada por una mezcla de emoción, presión y respeto hacia el legado del film original. En una entrevista con Collider, el equipo creativo confesó que la nostalgia fue tan poderosa como el deseo de traer algo nuevo. “No queríamos decepcionar a nadie”, coincidieron los protagonistas.
El rodaje, que se extendió por varias semanas, alternó locaciones en campos de golf reales con sets construidos a medida para capturar el tono absurdo, entrañable y caricaturesco que convirtió al film original en una película de culto. Durante todo el proceso, el entorno de trabajo se mantuvo íntimo, como la participaron editores cercanos, amigos personales de Adam Sandler e incluso familiares, lo que ayudó a mantener una atmósfera de confianza y colaboración creativa.
Uno de los retos más complejos fue la coordinación de la extensa lista de cameos y apariciones especiales, que incluyeron desde músicos y deportistas hasta comediantes y celebridades de internet. Las agendas apretadas obligaron a organizar jornadas maratónicas para grabar múltiples escenas en tiempo récord.
Una de las escenas más recordadas por el equipo -aunque finalmente eliminada- fue la protagonizada por Eminem. “Hay una versión de una hora solo de Eminem que te hace llorar de risa”, revelaron los productores.
A la complejidad logística se sumó la repentina muerte de Carl Weathers, quien interpretó al querido Chubbs. Su personaje tenía un rol central en la historia original de la secuela, y su fallecimiento obligó a una reescritura profunda del guion.
Sandler interpreta a Howard Ratner, un joyero del distrito de diamantes de Nueva York con adicción al juego, que intenta mantenerse a flote mientras su vida se desmorona. Cuando adquiere una valiosa gema etíope, idea un plan arriesgado para pagar sus deudas y mantener su negocio a salvo, pero su obsesión con el éxito lo lleva al límite.
Cinco amigos de la infancia se reencuentran tras la muerte de su entrenador de básquet. Pasan un fin de semana juntos con sus familias en una casa del lago, lo que da lugar a una serie de situaciones cómicas, choques generacionales y momentos de reflexión sobre la adultez, la amistad y la vida familiar.
Michael Newman (Sandler) es un arquitecto obsesionado con el trabajo que consigue un control remoto universal capaz de manipular el tiempo y la realidad. Al principio parece un regalo perfecto, pero pronto descubre que las decisiones tomadas con el control tienen consecuencias inesperadas y emocionales.
Barry Egan, un hombre solitario y emocionalmente reprimido que trabaja en una pequeña empresa de suministros. Su vida da un giro inesperado cuando conoce a Lena, una mujer que despierta en él sentimientos genuinos. Mientras intenta equilibrar su inestable mundo interior, Barry también debe lidiar con una extorsión derivada de una línea erótica.
Adam Sandler y Chris Rock protagonizan esta comedia como dos padres completamente opuestos que deben convivir durante la semana previa al casamiento de sus hijos. Sandler interpreta a Kenny, un padre de clase trabajadora que insiste en costear toda la boda para mantener su orgullo, aunque eso implique múltiples enredos y desastres.
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