Marcelo Gallardo y su última práctica en el River Camp.
El calendario se podrá estirar con un par de amistosos antes de las vacaciones, pero el final se va acercando. Es inevitable: al reloj cada vez le va quedando menos arena, a pesar de que ésta caiga lentamente. Y como en seis días a Marcelo Gallardo le tocará ponerse por última vez el saco con el escudo del Club Atlético River Plate, este lunes fue bastante especial para él: tuvo su entrenamiento despedida en el Camp, ese predio que ayudó a reformar hasta transformarlo en uno de primer nivel.
Sí, al menos en esta etapa como entrenador (todavía no se fue, pero los hinchas ya sueñan con su regreso) no pisará más el centro de entrenamientos de Ezeiza. Porque este martes el plantel viajará a Viña del Mar para enfrentar el miércoles a las 20 a Colo Colo en el estadio Sausalito, que tiene capacidad para 23.000 personas.
Terminado el primer amistoso, la delegación se quedará en la ciudad chilena hasta el sábado, para cruzar la Cordillera el domingo y llegar a Mendoza: ahí, el domingo 13, será el último partido del ciclo Gallardo, ante el Real Betis. Para éste, ya se encuentran a la venta las entradas: los socios y Somos River, durante este lunes de 10 a 14, pueden hacer uso de la preventa obteniendo un pin en RiverID y luego adquiriendo hasta 4 tickets en Ticketek. Si no, este mismo día pero a partir de las 14, habrá expendio libre a través de la misma plataforma.
El Camp no es un lugar más para Gallardo: es "su" lugar. Ahí tiene su oficina (o confesionario, para los jugadores), en la que controla todo, planifica, piensa y se queda horas y horas -más allá de los entrenamientos. Pero él es una pieza clave en que hoy el predio sea de primer nivel internacional: fue quien impulsó a la dirigencia a reacondicionar las canchas, hacer más, refaccionar el gimnasio y diferentes lugares y proponer la creación de una concentración, algo que está planificado y en un futuro se llevará a cabo.