A partir de la nueva ley de alquileres, se ha complicado la problemática de aquellos vecinos que necesitan una vivienda en esas condiciones, porque los propietarios están cada vez más reacios. Aumenta la demanda y hay poca oferta de casas de familia, a lo que se suma la problemática de los ajustes de los contratos en vigencia que, en algunos casos, llegan al 96%. Para el sector comercial, la oferta es un poco más amplia; aunque los actores del sistema requieren cambios urgentes en la ley.