Adicciones

Nalbufina: la droga que consumió Carlitos Menem

¿De qué se habla cuándo se menciona la Nubaína?¿Es un derivado de la morfina?¿Qué efectos produce en el organismo cuándo de consume esta sustancia? Enterate de las respuestas a estas preguntas y de otros datos importantes sobre el consumo de fármacos.

Por Sección Sociedad

Nubaína es el nombre de marca que recibe la nalbufina, fármaco analgésico perteneciente a la familia de los opiáceos que se caracteriza por el uso parenteral (inyectable). “Hay que destacar que estamos hablando de un pariente de la morfina, no de su derivado”, aclaró a SITIO ANDINO el doctor Sergio Saracco, Director de Toxicología de Mendoza.

El profesional explicó que los opiáceos son sustancias derivadas del opio, que se extraen de la planta adormidera (Papaver somniferum). Dichos derivados se clasifican en naturales (como la morfina y la heroína), semisintéticos y sintéticos. La nalbufina se encuentra en este último grupo. Su ventaja radica en el gran poder de analgesia que posee, pero tiene como contraindicación ser altamente adictivo, riesgo que debe considerarse por todo médico al prescribir un tratamiento con este tipo de droga.

Saracco aclaró que los analgésicos se clasifican en no esteroideos (tales como el diclofenax, la dipirona, la aspirina, el paracetamol), y los opiáceos, entre los que se encuentran la nalbufina y la morfina, por lo que el uso de estos últimos se realiza sólo en casos en los que no existe otra alternativa para paliar el dolor.

“La nalbufina, como toda sustancia opiácea, tiene un carácter que afecta el sistema nervioso central, genera dependencia física, y en eso radica el peligro”, afirmó el doctor.

Tratamiento

En el caso de ser necesario utilizar este tipo de sustancia, el tratamiento tiende a ser siempre de corta duración, porque el médico tiene en cuenta que el organismo del paciente se hace dependiente a la droga. “En general se prescribe en casos extremos, tales como cáncer y artritis avanzada”, sostuvo Saracco.

En el caso de fármacos como la morfina, siempre se vende con receta especial por triplicado, y hay que comprar el recetario en la Dirección de Farmacia de la Provincia. Por el contrario, sustancias sintéticas como la nalbufina se venden con recetario simple, por lo que su acceso es más fácil.

Para suspender el uso de estos fármacos, hay que hacer un tratamiento de deshabituación.

¿A qué se debe esto?

El cuerpo tiene mayor presencia de endorfinas que interactúan en receptores específicos del sistema nervioso central y que se relacionan con el dolor. “Si corto de golpe la sustancia se produce un síndrome de abstinencia que es muy severo, por lo que progresivamente hay que bajar la dosis”, explicó el director de Toxicología.

Para evitar esta situación no deseable, el proceso de deshabituación se maneja en forma de internación. “El tratamiento de desintoxicación puede llevar semanas o meses”, aseguró Saracco. El procedimiento consiste en llevar a cabo un reemplazo  por otro opiáceo que tenga una vida media más prolongada, y de a poco ir disminuyendo la dosis para que el cuerpo se vaya acostumbrando.

El especialista agregó que todas estas drogas tienen un nivel de tolerancia. El cuerpo se adapta y el régimen orgánico necesita ese estímulo, por eso hay que reemplazarlo por otro opiáceo más duradero. Cabe destacar que la forma en la que se desarrolla el tratamiento depende de cada paciente.

En este punto resulta necesario realizar  una distinción para evitar equívocos. Cuando se consume cocaína no se realiza desintoxicación, sino que su uso se suspende y se inicia un tratamiento con ansiolíticos (tranquilizante menor).

El poder de otras drogas

De todas las sustancias que producen adicción, las 3 drogas más difíciles de tratar son: el tabaco, el alcohol y los opiáceos. En el caso de consumir cualquiera de ellos, es necesario iniciar un proceso progresivo de desintoxicación para anular su uso.

Dentro de los opiáceos, la morfina es el analgésico más poderoso, por lo que es la unidad patrón que se utiliza como punto de comparación para conocer el nivel de analgesia de los demás fármacos. Siempre es importante recordar que a menor tiempo de uso, disminuye también el tiempo de dependencia con el fármaco y su consiguiente deshabituación.

Un dato a tener en cuenta en Argentina es el consumo que se hace de tranquilizantes. “En Argentina hay un uso excesivo de tranquilizantes, y con eso pasa lo mismo, no es conveniente usarlos más de uno o dos meses porque también producen dependencia”, concluyó el doctor.

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