Opinión

Columna política: Doscientos años, la misma discusión

Por Marcelo López Álvarez.

Por Marcelo López Álvarez

"Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus Estados a manufacturarse y todo su empeño es conseguir no sólo darles nueva forma, sino aun extraer del extranjero productos para ejecutar los mismos y después venderlos. Nadie ignora que la transformación que se da a la materia prima, le da un valor excedente al que tiene aquella en bruto, el cual puede quedar en poder de la Nación que la manufactura y mantener a las infinitas clases del Estado, lo que no se conseguirá si nos contentamos con vender, cambiar o permutar las materias primeras por las manufacturadas".

Manuel Belgrano. Memoria del Consulado (1802)

Las puertas comienzan a abrirse con más asiduidad. Las reuniones de funcionarios de primeras y segundas líneas con gobernadores, empresarios, sindicatos, dirigentes sociales y de distintos campos comienzan a ser actividades diarias. Es como si definitivamente la gestión de Alberto Fernández se hubiera puesto en marcha. Los primeros pasos parecen tambaleantes como esos niños que comienzan a caminar buscando la pared para llegar a ella con cara de felicidad. Es cierto también que a este niño el hermanito mayor anda con la mopa enjabonándole el piso para que patine. Pero nadie debería asustarse, son las reglas de la política sobre todo en un país que aún no salda el conflicto de fondo. ¿Qué modelo de crecimiento se dará a futuro? Los ciudadanos eligieron para esta etapa un camino bien diferente al que habían optado hace cuatro años. La diferencia quizás sea que esta vez la economía tuvo incidencia central en la intención de voto, a diferencia de cuatro años atrás donde el tema era secundario en la discusión electoral. Las primeras medidas del equipo económico van en la dirección que se planteó en la campaña, nadie puede declararse sorprendido porque se busque recuperar la capacidad adquisitiva de los salarios y jubilaciones más bajas, cierto control a las importaciones para recuperación de la actividad productiva y un control importante (que dejó el anterior gobierno) sobre el bien más escaso de la economía argentina; el dólar.

Tapa de la Gaceta de Tucumán  1948

La verdad que esa escasez no es nueva, el viernes en diálogo con Radio Andina, el ministro de Hacienda de Mendoza, Lisandro Nieri, recordaba que ya en 1948 los diarios hablaban de una especie de control de cambios.

La única verdad es la realidad y la única forma de conseguir dólares genuinos es a través de saldo favorable de la balanza comercial, mejorando la exportaciones y controlando las importaciones o a través de inversiones genuinas que aporten dólares a transformar en pesos que a su vez se inyecten en la economía.

El primer camino es una materia pendiente de 200 años en la Argentina, agregar valor a las exportaciones. La lucha de intereses entre el sector tradicional agroexportador primario del país que no quiere perder privilegios y un nuevo modelo de desarrollo es tan viejo como la Nación. En este año que se conmemoran los 200 años de la muerte de Manuel Belgrano, uno de los primeros industrialistas de la Argentina, la discusión vuelve a tomar una trascendencia inevitable.

La herencia del mejor equipo de los últimos cincuenta años, no es solamente una economía apagada y devastada, también es una imperiosa necesidad de billetes estadounidenses para hacer frente a un nivel histórico de deuda.

El camino de la inversión genuina e importante es más difícil, la plata grande puede llegar de dos sectores que increíblemente en la Argentina son polémicos, la minería y el petróleo.

El jueves el presidente recibió a los dos; el petrolero con los ojos puestos en Vaca Muerta pero también en la recuperación de pozos tradicionales que según los especialistas todavía pueden aportar mucho y al minero en sendas reuniones con los gobernadores de San Juan y Catamarca.

Durante la reunión de Sergio Uñac junto a los empresarios con el presidente le presentaron el

Alberto Fernández con Sergio Uñac, Matías Kulfas y los empresarios del sector minero

Proyecto Josemaría que requiere una inversión cercana a los 3000 millones de dólares para su puesta en marcha y que podría producir según los estudios preliminares 170000 toneladas de cobre, 325000 onzas de oro y 900000 de plata a valores de hoy eso son unos 1600 millones de dólares anuales en ventas. Una sola mina puede exportar más que Mendoza en un año. Claro que eso se podría multiplicar si como plantea el Ingeniero Enrique Mario Martínez (ex titular del INTI) comenzamos a discutir (Como hizo Belgrano hace 200 años) agregarle valor agregado a esa producción, es decir no exportemos concentrado de cobre sino cables y plantas de cobre, no llevemos al Mundo litio sino baterías. Ese es el verdadero desafío para alterar el orden establecido desde la Colonia de enviar cuero y recibir zapatos. La Argentina necesita generar el producto más escaso de su economía; los dólares. Seremos capaces de hacerlo de manera que también podamos poner en marcha la economía interna para bienestar de nuestros ciudadanos. Es el gran interrogante.

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