Opinión

Columna del domingo: "La oportunidad Argentina"

Por Marcelo López Álvarez

 La crisis económica que atraviesa la Argentina ha llegado a un punto casi sin precedentes. Es difícil, sino imposible, encontrar otro momento de la corta historia de nuestro país en el que los indicadores económicos, que no son otra cosa que la foto de la realidad, cayeran de manera tan drástica y continuada.

La magnitud de la crisis es difícil de dimensionar, la vastedad y diversidad del territorio nacional y sus habitantes hacen que cuando se cree que encontró lo peor rápidamente aparezca algo aún mas complicado por resolver. Lo decían las abuelas; siempre alguien recoge hasta la cascara de banana que tiras.

Ya ni vale la pena escribir o hablar de los últimos días del peor equipo de los últimos 50 años dispuestos a usar hasta la última gota de tinta de su lapicera para hacer el mayor daño posible. Se cuentan de a cientos los decretos, resoluciones y nombramientos que el nuevo gobierno deberá anular o rever ni bien asuma mientras, a su vez, tiene que poner manos a la obra para recuperar la economía, la producción y el trabajo.

Ya hemos escrito bastante sobre lo que viene en el corto plazo o lo que deberá o debiera poner en marcha el nuevo gobierno ni bien tome el control, pero hay una realidad que el nuevo gobierno debiera encarar como política de Estado que es superar definitivamente la restricción externa de nuestro modelo económico y no por vía de la farsa neoliberal de recortes salvajes sino por el camino del crecimiento. No es ninguna ciencia oculta, ni tampoco nada que ya no se haya hecho en el mundo y la Argentina, solo que los nuevos ordenes mundiales juegan también poderosamente la partida.

Cada vez que se trató de superar esa restricción externa mediante la industrialización y el crecimiento de la matriz productiva, la Argentina primarizada, antes representada por la familias oligárquicas y terratenientes tradicionales y después en cabeza de las multinacionales exportadoras y los pools de siembra con el apoyo de aquellas remoras oligárquicas se encargaron de destruir el proceso.

Sonlos mismos que comparan después la suerte argentina con la de Australia o el estallado Chile. Claro no dicen ni explican que la tonelada del producto que mas exporta la Argentina vale 300 dólares y la del producto que mas exporta Chile o Australia 5000.

Hasta un estudiante de geología podría escribir un tratado sobre la Cordillera de Los Andes y la lógica de que la montaña y su composición mineral es la misma del lado chileno que del argentino, pero vaya uno a saber por qué (o si se puede saber fácilmente a partir de la composición cultural, social y económica del país) siempre se le dio la espalda a la montaña y sus riquezas.

El gran reto de la Argentina en políticas de Estado es sin dudas ampliar su matriz productiva en dos sentidos fundamentales; la industrialización para agregar valor agregado al complejo agropecuario y la exploración, explotación e industrialización de sus riquezas minerales. Si Argentina puede sumar en una primera etapa un desarrollo importante de exportación de minerales, para después incorporar el desarrollo industrial de los mismos en un plazo de 10 o 15 años con políticas adecuadas podría superar su famosa restricción externa de generación de dólares.

Hoy según información recolectada por la Secretaria de Política Minera existen 59 proyectos en distintas etapas; 16 en producción, 7 en construcción, 7 con factibilidad, 6 con prefactibilidad, 13 con PEA y 26 en exploración avanzada y unos 250 en exploración inicial.

Los números por si solos marcan la potencialidad de los recursos minerales de Argentina y de su vasta cordillera, la falta de decisión política de muchos gobiernos provinciales y los vaivenes nacionales con su mirada centralista hacia la Pampa Húmeda han privado a la Argentina durante décadas de un desarrollo armónico e integrado entre sus diversos recursos naturales que hubieran ayudado a solucionar muchos de sus problemas macroeconómicos y fortalecer en el tiempo su desarrollo económico y liderazgo regional.

Uno de los tantos desafíos que enfrentara el nuevo gobierno es precisamente desarrollar esa variedad de recursos en forma armónica, un país que tiene energía, alimentos y minerales debe no solo superar su crisis eterna sino también transformase no solo en un proveedor de las materias primas que reclama el mundo sino consolidar un desarrollo de país proveedor de manufacturas en un proceso de integración regional que sea capaz de generar un nuevo polo proveedor a nivel mundial.

Esta claro que no es misión de un solo periodo de gobierno, sino de varios a través de los años, pero si el que llega logra sentar las bases sólidas de este proceso, como lo viene proclamando el presidente electo, será un primer gran paso para el futuro del país

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