Ir a una PASO contra Macri, el plan de Cornejo para mantener con chances Cambiemos

La presión de Cornejo hacia la Rosada, para ampliar Cambiemos y potenciarlo electoralmente, repercute fuerte en el PRO y prepara el escenario para la Convención Radical. Varios radicales, entre ellos Nosiglia, Negri, Cano, Sanz, Rozas y Naidenoff le pidieron explicaciones al mendocino. Discutieron la estrategia en un restaurante porteño el miércoles a la noche. Cornejo cree que, si juega Lousteau, por ejemplo, beneficiaría a sus candidatos en la provincia, ante la caída de Macri en las encuestas.

Cornejo rara vez habla en clave. Pero sí lo hace buscando un efecto político inmediato cuando aparece en la escena pública hablando de Cambiemos, la entente gobernante que los radicales comparten con Mauricio Macri. Así lo hizo el miércoles, cuando entre otras cosas, deslizó que Macri podría o no podría ser el candidato a la presidencia por la sociedad política que gobierna, y sus palabras provocaron un cimbronazo.

Los dichos del gobernador mendocino y presidente de la UCR azuzaron la endeble y frágil estructura en la que se apoya Cambiemos. Frágil, endeble y débil más que nada por los roces y las disputas que tanto la UCR como el PRO han venido teniendo y protagonizando desde el inicio mismo del gobierno. Y más ahora por la pérdida de confianza y de credibilidad que está sufriendo la administración, con el presidente aspirando y buscando la reelección.

Cornejo siempre supo que Macri tiene el derecho, natural y legítimo, por historia y tradición, de buscar en las urnas el segundo mandato. Pero Cambiemos no es un gobierno cualquiera. Representa y es, más que nada, la administración no peronista que por primera vez desde Marcelo T de Alvear logrará terminar su mandato sin que la gestión haya sido sacudida por asonadas golpistas y destituyentes de todo tipo: económicas y por supuesto políticas. Pero es, además, y como consecuencia de lo otro quizás, una administración sujeta a mínimos niveles de tolerancia general en medio de fuertes y durísimas transformaciones económicas sobre la base de un ajuste fenomenal que no ha dado, para colmo, una sola buena noticia a la clase media, el sustento electoral con que cuenta.

Alfredo Cornejo junto al periodista Luis Novaresio cuando dijo: "No hay que descartar que Macri no sea candidato, creo que tenemos que estar abierto a todas las posibilidades"

Cornejo está convencido que las consecuencias del ajuste, la ausencia de políticas de desarrollo, la caída del consumo y la falta de señales para los desencantados, sumado a todo esto el regreso fulgurante de Cristina, decantarían en una derrota segura de Macri. Se lo dicen las encuestas con las que cuenta.

Que Cambiemos y Macri lleguen al final de su gestión ya es un logro institucional de alto impacto para el país. El punto es cómo llegará. Y ese cómo llegará ha cubierto de dudas a muchos dentro de Cambiemos que, como Cornejo, están dispuesto a presionar por cambios de rumbo, como el suplantar a Macri por otro como candidato o activar una interna que potencie la coalición.

Las declaraciones de Cornejo hicieron saltar las térmicas en la cúpula del PRO. Pero no hubo respuesta oficial, más de la que se dejó trascender a través de voceros y comunicadores estrechamente ligados al macrismo porteño, a Marcos Peña y a Durán Barba. Al menos un par de esos comunicadores, por la radio más escuchada de Buenos Aires -confesa antikirchnerista y muy cercana al gobierno-, lanzaron frases tales como "¿quién te creés que sos Cornejo?", "¿de dónde saliste y de dónde venís?", "¡vos!, que no pudiste manejar la interna en Córdoba y que terminó en un desastre para Cambiemos" y cosas por ese estilo, en una catarata de descalificaciones desenfrenada hacia el mendocino.

La idea de una gran PASO en Cambiemos -o como se llegue a llamar si es que se amplía hacia otros sectores, entre ellos el peronismo republicano-, está siendo analizada en el entorno del propio presidente. Para frenar el malestar radical, con el aval de Macri, ya el PRO le había propuesto algunos ministerios cuando comenzaron a ser visibles y públicos los cortocircuitos en la sociedad. Recientemente se planteó la posibilidad de abrir la fórmula e integrar a un radical como compañero del presidente para enfrentar las elecciones. Ninguna de esas ofertas ha sido aceptada. Comienza a imponerse, entonces, la posibilidad de que Macri acepte disputar en las PASO su postulación a presidente. Los radicales animarían a Martín Lousteau para que los represente. A la contienda podrían invitar a los peronistas de Alternativa Federal. Insistirían en verdad detrás de esa posibilidad, porque ya Massa y Urtubey lo descartaron. Pero Lavagna no se ha expresado todavía.

Alfredo Cornejo se retira sonriente de la cumbre radical en un restaurante junto a su mano derecha, "Peti" Lobardi. Foto: Gentileza  

Detrás de esa cruzada también están, junto a los radicales, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio. Evitar la fuga de votos y reeditar la esperanza que los llevó al triunfo en el 2015, con una coalición más amplia que incluso garantice la gobernabilidad en caso de imponerse, es el objetivo.

El miércoles a la noche Cornejo explicó y describió su idea a la cúpula radical. Fue en un restaurante del barrio de Monserrat, en Buenos Aires. La reunión comenzó a las 20 y se extendió hasta cerca de las 23. De la cena participaron Enrique Coti Nosiglia, Ernesto Sanz, Gerardo Morales, el tucumano José Cano, Mario Negri, Ángel Rozas y Luis Naidenoff.

Allí Cornejo explicó su idea y la intención de discutir un documento que sea la base de la discusión que se dará el radicalismo en la convención del 27 de mayo. También recibió algunas críticas por la forma en la que planteó, públicamente, la posibilidad de construir una alternativa a Macri dentro de las PASO.

Ernesto Sanz, se retira en la madrugada del jueves de la cena de referentes partidarios en Plaza Mayor. Foto: Gentileza

"Una PASO, en el caso de que Macri sea candidato, fortalecería al frente electoral", explicó uno de los presentes en la cena y agregó que también se analizó el futuro, porque a quien le toque gobernar tiene que salir de la polarización para conseguir, precisamente, gobernabilidad. "El camino de la polarización y la grieta puede, en todo caso, permitirnos ganar una elección, pero no te da el sustento para la gobernabilidad y los cuatros años que vienen, con Macri o Cristina; necesitan un gran esfuerzo de toda la sociedad", amplió la fuente.

Los dirigentes de la UCR, Enrique Nosiglia y Emiliano Yacobitti se retiran del restaurante Plaza Mayor del centro de la capital, luego de reunirse con otros dirigentes de su partido. Foto: Gentileza.

Cornejo intentó, además, persuadir a los radicales que un candidato propio del partido enfrentado a Macri en las PASO podría potenciar las chances de conservar los territorios que controla el radicalismo. Es el caso de Mendoza, que tiene elecciones desdobladas. El 11 de agosto serán las PASO nacionales y el 29 de setiembre los mendocinos irán a las urnas para elegir al nuevo gobernador. Una posible derrota de Macri en Mendoza, en aquellas PASO, podrían repercutir negativamente en las aspiraciones que tienen los radicales mendocinos para mantener la provincia bajo el control de Cambia Mendoza. Si en cambio, los radicales enfrentan a Macri con un candidato propio en aquellas PASO, ampliaría sus posibilidades. Y, entre otras bondades de esa interna, los candidatos del oficialismo no se verían obligados a hacer campaña a favor del presidente, cuya imagen viene cayendo en la provincia. "Lousteau, o el que sea, puede contener votos que no están convencidos de Macri pero que tampoco quieren votar a Cristina", resumió un referente cercano al gobernador mendocino y a la conducción nacional del radicalismo.

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