opinión

El recule de Macri, por la realidad, por necesidad y por miedo

Por Marcelo Torrez.

Los radicales atribuyen a la cruda realidad, y sobre todo al susto, el cambio de actitud que operó en el gobierno de Mauricio Macri para escucharlos, para que tenga en cuenta la serie de medidas excepcionales que se aprobaron en los últimos días y, lo más llamativo, la implementación y puesta en vigencia de las mismas.

El encuentro en la Casa Rosada entre Macri, sus ministros Marcos Peña y Rogelio Frigerio, con los gobernadores Alfredo Cornejo, Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), resultó rápida y expeditiva, de acuerdo con uno de los presentes. Del cónclave también fueron de la partida los macristas Horacio Rodríguez Larreta (CABA) y María Eugenia Vidal (Buenos Aires), dos aliados políticos de los radicales en la cruzada que emprendieron meses atrás para que la administración nacional admitiera la necesidad extrema de tomar medidas de tipo de excepción en medio del ajuste y del control del gasto, dominado todo por un contexto altamente recesivo e inflacionario.

"¿Cómo te explico para ser claro y que no se malinterprete lo que te digo? Pero fueron muy receptivos y nos han aceptado todo lo que les hemos planteado. Entiendo que la difusión de la encuesta de la semana pasada, la de Isonomía, golpeó duro y se ha entendido la necesidad de hacer algo para aliviar la crisis y cambiar el clima", confesó la fuente a minutos de terminada la reunión con Macri y casi al mismo tiempo en que Morales y Larreta hablaban, de la misma, en conferencia de prensa.

Macri ha decodificado, o al menos está en ese trance, el delicado momento que vive el país que administra y, claro está, la situación interna de la coalición. Se encuentra envuelto en rumores que ventilan un supuesto estado de depresión por el que atraviesa y, como consecuencia, un posible paso al costado para dejar su candidatura a la reelección a favor de María Eugenia Vidal. Ya nadie le asegura que la polarización con Cristina en caso de que defina, la ex presidenta, ser finalmente candidata, le garantizará un triunfo en las urnas. La población está decididamente mal, particularmente la clase media y media baja. Ayer mismo se conoció el dato de que más de la mitad de la población económicamente activa, el 55 por ciento para ser precisos, tiene problemas serios de empleo. Y la encuesta de Isonomía de la semana pasada, aquella que le acercó un informe que da cuenta de que, en caso de un mano a mano con Cristina en el balotaje, la ex presidenta sacaría una ventaja de 9 puntos.

Además de que las cosas comiencen a cambiar en serio y de inmediato, y de que se revierta el estado de convulsión y de suplicio que envuelve a los argentinos; además de la necesidad imperiosa de que esos mismos argentinos vuelvan a tener confianza y credibilidad en la gestión, Macri necesita de los radicales. Y aunque no crea un ápice de las medidas que le pidieron que tomara para reactivar el consumo, el miedo real a una derrota que ha comenzado a sentir demasiado cerca, lo condujo a renunciar a sus creencias y aceptar el plan de los radicales, esencialmente. Es más, Macri y sus ministros Peña y Frigerio, intentaron auscultar a los gobernadores y tratar de conocer en voz de Cornejo, Morales y Valdés lo que imaginan puede llegar a ocurrir en la convención del partido, prevista estimativamente para fines de mayo. Allí, los radicales deben decidir si siguen en la coalición, si se van de ella y ofrecen un candidato propio a la presidencia o se acercan a una alternativa como la que puede llegar a representar Roberto Lavagna.

Esa parte del encuentro, la política estrictamente, se llevó adelante sin testigos. Lo único que trascendió más tarde fue cuando Morales sostuvo que en ese encuentro clave, entre otras cosas, el radicalismo evaluará el impacto y resultado de las recientes medidas vinculadas con los productos esenciales, los préstamos sociales y las ventajas impositivas para las Pymes exportadoras.

Los tres gobernadores pidieron claridad sobre el alcance del plan de precios para algunos productos concretos que sólo serán comercializados en Buenos Aires. El caso de la carne es el más significativo. No habrá cortes económicos fuera del Mercado Central porteño y de las bocas de expendio de los frigoríficos exportadores: un puñado diseminado en los alrededores de la Capital. "En verdad hubo una respuesta positiva en ese sentido. Igual nosotros en Mendoza estamos esperando conocer los contratos con las empresas para saber cómo fiscalizar el programa", admitieron a este medio luego de la reunión. Esos contratos, lo que incluyen, lo que se escribió y a lo que se han comprometido las partes, recién estarán disponibles desde el lunes próximo, día en que las empresas de alimentos deben garantizar los productos del programa en las góndolas.

La posible reactivación del Ahora 12 también estuvo presente en el encuentro. No hay fecha para que entre una vez más en vigencia. En principio se estimularán las compras de electrodomésticos a 6, 9 y 12 meses. En los próximos días discutirán el interés que se les cargará. Los gobernadores pidieron cuotas fijas y controlar que los productos no aumenten los precios de aquí a la entrada en vigencia. Se aceptó no cobrarles derechos de exportación a las Pymes sobre el monto que supere el promedio de lo que venden afuera y se acordó imponerles a los bancos que pongan a disposición de sus clientes créditos para la compra de bienes de capital con los recursos que poseen en depósitos. Sobre la AFIP y su proceder, Cornejo sugirió que se modere el hostigamiento sobre aquellos que están en el sistema y que se habiliten planes de hasta 60 cuotas para los pequeños y medianos empresarios deudores del organismo.

En quince días, en principio, Macri y los gobernadores volverán a verse las caras para hacer la primera evaluación seria sobre la marcha del programa general. Los tiempos se acortan, la bola comienza a rodar y las chances de todos ya están en juego. El margen de error, empezando por el oficialismo, ya no existe. El momento del todo o nada ya está entre nosotros y el segundo semestre del año será el que determine la suerte de todos.

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