Piden derogar el Ítem Aula, o lo que es lo mismo: derogar el sentido común

Cuando se cumplieron los tres años de la instauración del Ítem Aula, el pasado 28 de marzo, el sindicato de los docentes mendocinos (SUTE) realizó una marcha y una concentración frente a la Casa de Gobierno para conmemorar lo que han denominado lisa y llanamente un atropello y una confiscación "coercitiva" del salario desde el mismo inicio de la discusión que arrancó primero con un decreto de Alfredo Cornejo, siguió con la ratificación del mismo en la Legislatura y que desembocara en la Suprema Corte de Justicia sellando la polémica cuando lo declaró constitucional a inicios del mes de mayo del 2018. El mismo día de la concentración, Sebastián Henríquez, el titular del gremio, anunciaba que se enviaría un proyecto de ley persiguiendo la derogación del adicional al que el sector más duro y enfrentado con el gobierno denomina lisa y llanamente "ítem jaula".

El proyecto en cuestión se conoció en las últimas horas. Lo impulsa la diputada del FIT Mailé Rodríguez Abalo y lo acompañan con su firma los legisladores Lucas Ilardo, Carina Segovia, Jorge Tanús, Helio Perviú, Marcelo Aparicio, Omar Parisi, Silvia Stocco, Cristina Pérez, Lidia Ruiz, Carlos Sosa, Liliana Paponet, Javier Molina, Eduardo Martínez y Macarena Escudero.

Aquel día de la marcha y de la concentración, la del 28 de marzo, Henríquez fue igual de crítico y duro contra el ítem y contra la administración de Cornejo. Pero a su discurso le incorporó un elemento llamativo. Habló de docentes esclavizados: "Lo único que puede mostrar el gobierno con el ítem, son índices de presentismo, que es como cuando en un taller esclavo el patrón puede mostrar que tiene más presentismo que el de una fábrica que respeta que la gente se pueda enfermar. Entonces el orgullo de este gobierno es tener gente enferma en las aulas".

Siguiendo esa línea argumental, el proyecto de la diputada Rodríguez que acompaña parte del peronismo y de Unidad Ciudadana, agrega otras consecuencias supuestamente negativas del ítem. Entre las más destacadas, cita que:

  • Fue utilizado como mecanismo para diezmar las licencias laborales otorgadas por ley;
  • Que resulta extorsivo y discriminatorio;
  • Que el 10 por ciento del salario (que es a lo que equivale el ítem) sólo se cobrará si el trabajador no falta más de tres veces justificadas al mes, o diez veces al año o acumulables;
  • Que la ART contratada por el Estado no reconoce casi ninguna de las enfermedades que padecen los docentes, como la gripe, la faringitis o la neumonía;
  • Que se trata de un ataque a las mujeres porque el 70 por ciento de los docentes son mujeres, y muchas de ellas están al frente del hogar;
  • Allí se afirma que las escuelas se están convirtiendo en espacios de riesgos para contagiar a los chicos con diferentes virus porque los docentes están yendo enfermos a trabajar;
  • Que el gobierno hizo política propagandística con la medida al intentar impulsarlo en otras provincias y jurisdicciones;
  •  Que no se discutió en paritarias;
  • Y que, por lo tanto; debe ser derogado y devueltas las sumas descontadas a los trabajadores de forma retroactiva, además de incluirse en el básico.

En cambio, para el gobierno, luego de la puesta en vigencia del ítem, cayó en un 40 por ciento la cantidad de días pedidos por licencia: "De 100 solicitudes que teníamos, hoy se reciben 60", dicen desde la Dirección General de Escuelas (DGE). Agregan que mensualmente, la caída se manifiesta entre un 32 y 38 por ciento menos de docentes que solicitan días de licencia. En concreto -festejan en el gobierno de Cornejo-, el ausentismo docente en las escuelas públicas de Mendoza ha llegado a ser del 5 por ciento, "el mismo que tienen históricamente las escuelas de gestión privada en la provincia. En otros distritos, en cambio, el ausentismo docente del sistema estatal triplica al de los establecimientos privados", según palabras del propio responsable de la Educación mendocina, Jaime Correas.

La defensa oficial del adicional no se queda sólo en los dichos de Correas. Desde el gobierno, tiempo atrás, se difundió un spot en el que se asegura que el Ítem Aula:

  • Es un componente remunerativo del salario docente que se computa para la jubilación;
  • Que reconoce al docente que se encuentra en el ámbito educativo;
  • Que los alumnos pueden cumplir los 180 días de clase;
  • Que los padres se aseguran que sus hijos tengan educación de calidad durante todo el año;
  • Que lo cobran los docentes titulares, suplentes, bibliotecarios, preceptores, directores, supervisores, secretarios, y los que dan horas cátedras;
  • Que lo pueden obtener aquellos que se ausenten por maternidad, vacaciones, licencias por enfermedad y accidentes de trabajo;
  • Que el docente tiene hasta tres días por cuidado de familiares, por razones particulares, por fallecimiento de un familiar, matrimonio, nacimiento, donación de sangre, cursos de capacitación, por rendir un examen, o por ser parte de una mesa examinadora;
  • Y que no reciben el ítem quienes estén con licencia gremial.

El SUTE sostiene que el ítem ha resultado ser una medida absolutamente resistida por el universo de docentes que representa. Sin embargo, hay sondeos que sostienen lo contrario. Pero lo que no se discute es que, fuera del microclima docente, el que está compuesto por luces y sombras en torno a toda la política educativa implementada por el gobierno de Cornejo y donde aquellos más cercanos al gremio resultan ser los más efusivos al momento de cuestionar la administración provincial y de por sí el propio ítem, la medida ha sido apoyada en general.

Fuera de las escuelas el ítem recibe elogios por una mera cuestión de sentido común y de justicia frente al que se esfuerza. En general, en el trabajo privado o particular fuera del estatal, el empleo suele ser defendido en primera instancia por quien trabaja y especialmente cuando se tiene la suerte y la gracia de estar desempeñándose en lo que la persona eligió o decidió ser cuando comenzó su formación profesional. En una segunda instancia suele aparecer la defensa sindical o corporativa, generalmente cuando de forma efectiva se comenten actos discriminatorios o injusticias claras e inaceptables.

En el trabajo privado el que no justifica una falta o una ausencia no sólo perderá el día y el presentismo en caso de que lo cobre, es probable que hasta ponga en riesgo su propio empleo. En el trabajo privado, el puesto que uno ocupa, está a merced de evaluaciones constantes, casi diarias en algunos casos, y triunfan generalmente los que le ponen empeño y mérito a lo que hacen.

No se trata de hacer comparaciones que no sólo resultan odiosas como comúnmente se afirma, sino que en otras esconden, esas comparaciones, la descripción de un estado de resentimiento por parte de quien las hace en contra de quien o quienes tienen privilegio. No. Se trata de sentido común. Por alguna razón, respecto del ítem aula hasta antes de su implementación, se contabilizaban 100 pedidos de licencia y ahora 60. La verdad de fondo en torno a todo este asunto, politizado hasta el túetano, es que los controles resultaban laxos y muchos de los docentes que no asistían a dar clases en verdad, muchos, lo hacían sin justificación.

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