El ahorro y el manejo de los recursos pueden enseñarse desde la infancia, a través de pequeños desafíos. ¿Cuáles son las pautas que una familia debe transmitir a los más pequeños?
Los padres tienen tantas cosas que enseñarles a sus hijos, que tal vez las cuestiones relacionadas con el dinero no están en la lista de prioridades. Sin embargo, es importante que se les enseñe el valor del dinero, ya que la cultura consumista empieza a influir en los niños desde una temprana edad.
Quince pautas para que la familia eduque en el consumo inteligente:
Darles una alcancía para iniciarlos en la cultura del ahorro. Ayudarlos a contar monedas y billetes e identificar distintos valores: ¿Para qué alcanza? ¿Cuántos alfajores me podría comprar? ¿Y si tuviera el doble?
Hacer comentarios críticos sobre publicidades, envases y otras acciones de marketing de las empresas. ¿Qué me ofrecen? ¿Por qué lo hacen de esta forma? ¿Cómo elijo entre distintas marcas? ¿Por qué me guío?
Entre los 7 y los 12 años
Entregarles una semanalidad para pequeños gastos, como golosinas, figuritas y otros gustos. Identificar sus tendencias para encontrar dónde reforzar su aprendizaje. ¿Es un gastador? ¿Le gusta ahorrar? ¿Le gusta ayudar a otros con su dinero?
Promover el ahorro para fines específico, como un juguete, un regalo o una salida. Debe exigir cierto esfuerzo, pero no resultar inalcanzable. Lo ideal es que ahorren por un período de no más de dos o tres meses y puedan ir visualizando los avances en un gráfico o cuadro (pegado en la heladera o adherido a la alcancía, por ejemplo)
Conversar acerca de las diferencias entre las cosas valiosas que compra el dinero, y las cosas valiosas que no vienen de fuentes económicas (buenos momentos con amigos, familiares, cumpleaños, etcétera)
Alentar a que realicen por su cuenta algunas compras para que identifiquen cada paso del proceso: elegir, pedir, pagar y consumir. Realizar tanto compras cara a cara como online para ganar entrenamiento. Reflexionar en conjunto: ¿cómo elegimos qué comprar? ¿Qué diferencias de precios tienen en distintas marcas? ¿Por qué? ¿Cómo presionan los vendedores? ¿Cómo se paga en cada caso?
Entre los 13 y los 17 años
Introducir la idea de presupuesto con una semanalidad o mensualidad más importante, que incluya no sólo pequeños gustos sino gastos cotidianos como transporte,compra de ropa, entretenimiento o la cuenta del celular.
Explicar cómo funcionan tarjetas de crédito, plazos fijos, cuentas de ahorro, préstamos y otros instrumentos económicos básicos. Los chicos pueden ayudar a revisar, por ejemplo, los gastos en el resumen de la tarjeta o poner sus ahorros en plazos fijos caseros (si guardan $200 por un mes reciben $220)
Distinguir entre tareas obligatorias para la convivencia en la casa (poner la mesa, arreglar la cama, etcétera) y pequeños trabajos remunerados por los padres, como hacer trámites, ordenar a fondo las alacenas o pintar el comedor.
Promover el ahorro a más largo plazo: cambiar el celular, viajar, comprar una computadora, etcétera.
Ayudarlos a entender que el valor de los productos "de marca" es muy subjetivo y que las modas no son tan importantes como se perciben desde los medios o los grupos de amigos.
Prepararlos para reconocer que es inevitable cierta frustración tras cada compra, aún si no tienen restricciones, resaltan María Laura Lecuona y Danila Terragno en un artículo publicado por la Revista Shop.
Después de los 18
Acompañar en los primeros pasos laborales, ayudando a tomar decisiones y a administrar los primeros ingresos propios pensando en el largo plazo.
Acordar sobre las reglas económicas de la convivencia: ¿qué gastos siguen a cargo de los padres? ¿qué obligaciones implica el tener casa y comidas aseguradas?
Apoyar iniciativas emprendedoras o de trabajo por cuenta propia que no sólo pueden generar ingresos, sino desarrollar habilidades para el manejo del dinero.
Analizar en conjunto las primeras grandes compras. ¿Me conviene comprar un auto usado? ¿Qué gastos de mantenimiento implica? ¿Cuánto tengo que ahorrar para irme a vivir solo?