A casi dos meses de las PASO, donde el oficialismo sufrió una fuerte derrota electoral, y a poco menos de tres semanas para las elecciones legislativas, el gobierno provincial sigue reflexionando y evaluando cómo hacer para que el 23 se achique la cantidad de mendocinos que le dieron la espalda en los primeros comicios de este año.
Hoy le tocó hacer el mea culpa al ministro político, el titular de la cartera de Gobierno, Félix González. Fue cuando se le consultó respecto a la decisión de los radicales que responden al intendente de Capital, Víctor Fayad, de apoyar al candidato de la UCR a diputado nacional, Julio Cobos. Es que después de diferencias que parecían insalvables, el mal resultado del espacio que el Vity integró junto a Roberto Iglesias en las Primarias, hicieron que el panorama cambiara "radicalmente". El funcionario solo se limitó a decir una obviedad: "A la luz del resultado de las PASO tomaron la decisión de estar en ese espacio", y agregó: "Pero nosotros estamos más preocupados en transitar un camino que parece cuesta arriba".
Con ésto último el ministro empezó a hacer una descripción de la realidad que atraviesa el Frente para la Victoria después de un resultado electoral adverso, que hizo recrudecer la interna, que todos intentan ocultar. Y como si fuera poco, hizo un vaticinio desalentador para muchos: "Se vienen años difíciles".
"Sabemos que nos enfrentamos a una elección compleja", admitó Félix asumiendo la posibilidad de que se repita un resultado similar al de agosto, en el que el radicalismo logró más del 44% de los votos y el oficialismo un 26,52%.
Por eso es que todos los esfuerzos están en "recuperar una brecha de más de once puntos". Y para ello recurrirán a traccionar con los intendentes, que en la última campaña no acompañaron a los candidatos, encabezados por Alejandro Abraham, para conseguir el apoyo en los distintos departamentos. Y la prueba de ello es que el Frente para la Victoria solo ganó en San Rafael, Santa Rosa y Lavalle. Ni siquiera se impuso en Guaymallén, cuyo intendente era la apuesta del oficialismo.
"Tenemos que recuperar la confianza de los que nos votaron en 2011 para que lo vuelvan a hacer, reconocienco las dificultades", dijo González respecto a aquellos votantes que abandonaron el "proyecto nacional y popular" para volcarse a otras opciones.
Y pese a ver un panorama adverso, se esperanza: "Hace cuatro años tuvimos un resultado peor, con el que la gente le dio un mensaje al oficialismo y a la oposición, pero ellos no construyeron ninguna opción".
En esta campaña, según el ministro, la estrategia será exponer claramente que "se juega mucho". Y no es para menos, teniendo en cuenta que el oficialismo podría perder la mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores de la Legislatura provincial de los Concejos Deliberantes de muchos departamentos.
"Lo que está en juego es la continuidad del modelo. Es un momento que hay que defenderlo. Somos optimistas en cuanto al sostenimiento de un país en el que creemos", dijo González hoy en diálogo con la prensa después de reconocer a aquellos que colaboraron en las tareas de rescates por los aludes del 7 de febrero.
"Lo que se juega es si vamos a sostener o profundizar a pesar de las dificultades", concluyó.