Gimnasia y San Martín repartieron puntos en el Víctor Legrotaglie, y si bien arrancar el certamen no perdiendo es positivo, el local se quedó con gusto a poco por lo mostrado en el complemento.
Gimnasia y San Martín repartieron puntos en el Víctor Legrotaglie, y si bien arrancar el certamen no perdiendo es positivo, el local se quedó con gusto a poco por lo mostrado en el complemento.
En los noventa minutos no hubo mucho juego para ver. Fue más fricción, imprecisión y poca emoción. Los dos con pretensiones claras y esquemas acordes al pensamiento de cada entrenador. Gimnasia intentando jugar, y San Martín esperando para salir rápido de contra y así generar peligro.
En la primera mitad las situaciones de gol fueron escasas. Dos tiros libres, uno por bando, fueron las aproximaciones destacas de ese momento, hasta que en el minuto 34 apareciera Tersigni, con complicidad de Alassia, para de cabeza abrir el marcador. E inmediatamente tuvo la chance del segundo, cuando Imperiale erró una situación increíble ante una estática defensa mensana.
Merecido, claro está que no, pero sin embargo se iba al descanso en ventaja y con un Gimnasia nervioso y carente de fútbol. Por esa razón Arias buscó más verticalidad con el ingreso de Vuanello, en lugar de Espinoza, y acertó.
Porque el Lobo se fue con todo en busca de la igualdad, que llegó a los diez del complemento con un lindo cabezazo de Albornoz. Después fue todo del local. Porque Navarro comenzó a desbordar a una defensa chacarera que sufrió cada vez que fue presionada. Encima se iba a quedar con diez por la expulsión de Imperiale. Todo cuesta arriba para el León.
De todas maneras consiguió frenar todos los embates y aguantó bien hasta el final para llevarse un buen punto al Este. Gimnasia, en tanto, dejó más dudas que certezas pero lo cierto es que en el Parque se enfrentaron dos de los grandes candidatos que tendrá esta dura competición y quedaron en tablas.