La delicada situación que vive Independiente de Avellaneda, por primera vez en la segunda categoría del fútbol argentino, es noticia no sólo en el país, ya que en Uruguay, por ejemplo, el vicepresidente de Peñarol utilizó al Rojo para una comparación no muy feliz.
Esta afirmación llega luego de que la entidad bancaria le impusiese un pago de 2.3 millones de dólares anuales al Manya por el préstamo de 20 millones solicitado para solventar el proyecto de la construcción del nuevo estadio.
Cabe recordar que Independiente remodeló por completo su estadio Libertadores de América hace algunos años bajo la discutida gestión de Julio Comparada, pero no sólo que aún hoy, mucho tiempo después, quedan partes sin terminar, sino que el déficit generado por dicha inversión terminó por generar diversos conflictos que culminaron con el primer descenso en la historia del club.