La dilatación en el tiempo. 'No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.' Si sos una de esas personas que entrega sus proyectos calientes- recién impresos- y lo deja todo para la fecha límite, estás condicionando el trabajo del equipo. Tu prisa de último minuto exige a otros a trabajar con un ritmo impuesto, es probable que el proyecto fracase o no se entregue a tiempo.
Mentir: "La deshonestidad es un terreno resbaladizo con un accidente devastador esperando al final del cruce", asegura la autora del libro Como superar las crisis personales', Ann Kaiser.
El mal uso del correo electrónico y de las redes sociales. Este apartado abarca desde no responder a tiempo a los e-mails, no leerlos, o de no ser consciente de lo que se te pide. Si no tenés la costumbre de revisarlos podrías perderte importantes reuniones, plazos o datos de interés.
El lenguaje corporal: ¿Tenés un apretón de manos débil? ¿Evitas el contacto visual? Las acciones hablan más que las palabras y la mayor parte de la comunicación se realiza a través de las señales no verbales, así que cuidalas.
Síndrome del lobo solitario: ¿Tenés la costumbre de siempre querer hacer las cosas por tu cuenta? Eso no va con el trabajo en la oficina. La independencia es buena en algunas situaciones, pero las personas que juegan en equipo cosechan mayores éxitos que los que no.