Una multitud de fieles estimada en más de 600 mil personas, llegadas desde distintos puntos del territorio nacional, participaron hoy de la celebración de un nuevo aniversario del compromiso a venerar al Señor y la Virgen de los Milagros, en una de las festividades religiosas más tradicionales y masivas del país.
El acto central tuvo lugar esta tarde en el centro de la ciudad, donde una procesión llevó a las imágenes del Señor y la Virgen de los Milagros hasta el monumento 20 de Febrero.
Allí, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, encabezó una ceremonia donde se jurará fidelidad a los Santos Patronos.
En tanto, la celebración concluyó con el regreso de las imágenes a la Catedral Basílica de Salta, donde entrada la noche se ofició la Misa del Peregrino. El origen de las imágenes se remonta al año 1592, época en que el Obispo de Tucumán fray Francisco de Victoria concretara la donación al pueblo de Salta de la imagen de Cristo crucificado, cuyo destino sería la Iglesia Matriz de la ciudad.
La llegada a tierras americanas de la imagen fue según los relatos auténticamente milagrosa, explica el Portal Informativo de Salta.
Cuenta la historia que en el año 1692, el 13 de septiembre, después de los fuertes y reiterados temblores que destruyeron la ciudad de Esteco y fueron percibidos con singular intensidad en la ciudad de Salta, se encontró la imagen de la Inmaculada en el suelo sin que sufrieran daño su rostro y manos, aunque según la tradición perdió los colores del rostro, que quedó pardo y macilento.
La imagen fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano donde se oró toda la noche y al día siguiente, 14 de septiembre, se la colocó y todos la querían venerar.
Según la tradición oral, el padre jesuita José Carrión recibió la revelación de que el Santo Cristo Crucificado de la Iglesia Matriz, que tenían sin devoción y sin sacarlo en procesión, habría "perdonado" a Salta a pedido y súplica de la Madre de Dios del Milagro.
La imagen de Jesús fue sacada en procesión por los fieles salteños con el ruego de que cesaran los temblores y al amanecer del día 14 la tierra dejó de temblar, pero volvió a estremecerse a la noche, y siguieron las procesiones y rogativas.
El 15 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del "milagro", designando a la Inmaculada como Virgen del Milagro.
Luego suscribió el pueblo de Salta el Pacto de Fidelidad con el Señor que los salteños renuevan año tras año desde hace siglos en la clausura de cada Fiesta del Milagro. Fuente: NA