Hace unos días el secretario del Vaticano, Pietro Parolin, designado por el Papa brindó una entrevista al diario El Universal de Venezuela y se refirió a algunas de las reformas que impulsará el nuevo pontífice y entre ellas se habló del celibato. No es un dogma de la Iglesia y se puede discutir la tradición eclesiástica, dijo el número dos del Vaticano.
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Uno de los que opinó sobre este tema fue el presidente de la Cámara Regional de Pastores, Esteban Morales. Teniendo en cuenta que dentro de la religión evangélica los pastores pueden optar por tener una familia, Morales ve con buenos ojos esta iniciativa ya que considera que la vocación de un sacerdote dura muchos años y a lo largo de la vida las personas necesitan una contención emocional con una familia que los acompañe. Que un cura tenga familia lo ayuda en muchos aspectos como el acompañamiento y el entendimiento. La misma biblia dice que no es bueno que el hombre esté solo, sostuvo el pastor evangélico.
El judaísmo es otra de las religiones que admite que en este caso los rabinos contraigan matrimonio, de hecho no está muy bien visto que permanezcan solteros. En representación de la comunidad judía opinó sobre este tema el rabino Ari Bursztein, quien prefirió ser cauteloso y emitió su punto de vista dentro de su religión. Desde afuera es medio complicado casar a la gente y dar consejos cuando uno no tiene la experiencia propia, indicó. Para los judíos el ideal es la familia y consideran que es más genuino que un rabino esté casado. Sin embargo Bursztein reconoció que a lo largo de la historia de la cultura y de la religión siempre hubo algún tipo de tensión entre el servicio a Dios y la familia. El rabino destaca la actitud renovadora del Papa y considera que es bueno que se revean las cosas.
En Mendoza el vocero de la Arquidiócesis y párroco del templo San Miguel Arcángel en Las Heras, Marcelo De Benedetis, comentó que este último tiempo se viene debatiendo el tema y trajo a la memoria que en 1965, en el Concilio Vaticano II, se votaron algunos temas centrales que dejó para el estudio y decisión del Papa (Pablo VI en esos tiempos). Entre ellos sobresalían los del celibato del clero, la ordenación ministerial de las mujeres y la respuesta de la iglesia ante el tema de los anticonceptivos (formas de control de natalidad).
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Sin embargo, De Benedectis indicó que si se hace, se tiene que tener en cuenta un punto muy claro: la fidelidad a Dios. Esto tiene que ser con mucha fidelidad a Dios y también al modo del ejercicio del magisterio sacerdotal. Porque el celibato no sólo es que yo lo viva, sino que es una relación con Dios y una relación con el pueblo de Dios por parte del sacerdote, aclaró el parróco.
Otro sacerdote católico como el padre Ernesto de la cuasi-parroquia de San Cayetano destacó que exista la posibilidad de un replanteo pero considera que no hay que eliminar la posibilidad del celibato. La opción del sacerdocio sin celibato hay que debatirla pero en mi caso no lo cambiaría son feliz en este estado, aclaró.