Los All Blacks se impusieron por 29 a 15 ante Sudáfrica y, tras disputar el cuarto encuentro, quedaron como únicos líderes del Rugby Championship.
El partido se disputó en el Eden Park de Auckland, mítico estadio para los All Blacks que se impusieron por los tries de Kieran Read (dos), Brodie Retallick y Sam Cane, mientras que los Springboks sólo consiguieron dos: Bismarck du Plessis y Pat Lambie.