Siempre los equipos de Julio César Falcioni son duros tácticamente y efectivos. Pero lo de esta jornada fue una de las mejores expresiones de los conjuntos que comandó el "Emperador". 'Su' All Boys goleó a Quilmes 4-0 con solidez y contundencia. La figura fue Mauro Matos que todo lo que tocó lo convirtió en 'oro': marcó tres tantos (el restante fue de Gonzalo Espinoza) y se divirtió aprovechando las falencias de la defensa del "Cervecero", que cosechó su segunda derrota consecutiva.
De entrada golpeó el conjunto de Floresta haciendo 'gala' de la presión. Miguel Caneo 'durmió' la pelota en el mediocampo, dos futbolistas del 'Albo' se la robaron y salieron rápido para meter el balón en cortada a Matos que metió una diagonal a la espalda de Damián Leyes y definió ante la salida de Sebastián Peratta.
Quilmes empezó a manejar la pelota pero sin poder lastimar el arco de Cambiasso. El dueño de casa fue más inteligente: cada balón que recuperaba intentaba salir rápido, aunque, en la primera etapa, fallaba en el pase final. La imagen del "Cervecero" se resumió en una jugada en la que el delantero Joaquín Boghossian recibió adentro del área y cuando quiso hacer una media vuelta... se cayó.
El complemento arrancó como un calco del primer tiempo. Peratta salió lejísimos, Cámpora se la picó y Matos apareció para empujarla con la cabeza. Otra vez, desde el vestuario, All Boys daba el golpe. El conjunto del sur se enloqueció y no pudo lastimar.
Un corner sirvió para que los de Nelson Vivas muestren sus falencias defensivas, una vez más. Nadie marcó al experimentado delantero que entró solo por el medio del área y cabeceó con el arco solo. Matos 3 - Quilmes 0. Pero faltaba el del final: Espinoza entró por la derecha, Joel Carli no pudo frenarlo y el remate encontró una tibia respuesta del '1' del "Cervecero".
Justa victoria para All Boys que fue práctico: cada oportunidad que tuvo la capitalizó. Así, cosechó su segundo triunfo en el Torneo. Por su lado, Quilmes volvió a mostrar los mismos errores que los últimos partidos, muy flojo en la marca y sin profundidad en el ataque. Suma otra caída y su DT empieza a estar en el ojo de la tormenta.
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