El ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza. Te contamos cómo reconocerlo.
El ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza.
La muerte de la Florencia Fabris , la sobresaliente soprano de 38 años, que sufrió un aneurisma cerebral mientras terminaba de cantar Réquiem de Verdi, aún conmociona, pero marca una triste realidad: los accidentes cerebrovasculares (ACV) están afectando cada vez más a personas jóvenes .
Desde hace varios años se sabe que e l ataque cerebral es la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad en el mundo . En la Argentina se produce uno cada cuatro minutos y alrededor de 14.000 personas mueren anualmente como consecuencia de un ACV, según el Ministerio de Salud de la Nación.
Según los especialistas internacionales, las actuales cifras de enfermos por ACV se triplicarán hacia fines del 2020 como consecuencia de un aumento en la expectativa de vida y la falta de planes de prevención.
El control de factores de riesgo, como la hipertensión arterial y la adopción de hábitos saludables por parte de la población, son fundamentales para prevenir un ACV, que causa 14.000 muertes al año y es la primera causa de discapacidad permanente en adultos en Argentina.
El principal factor de riesgo para el ACV es la hipertensión arterial, ya que ocho de cada diez personas que lo sufren son hipertensos. Otros factores que influyen son el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol, drogas y tabaco, al punto de que los fumadores aumentan cuatro veces el riesgo de tener un ACV
Si se tiene en cuenta que el consumo de sodio eleva la tensión arterial, la reducción en la ingesta diaria de sal es una sencilla forma de prevenir esta enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 5 gramos diarios y en la Argentina, los datos oficiales indican, que se llega casi a 12 gramos diarios por habitante, por lo que es primordial disminuir el consumo de sal agregada en las comidas y cobra suma importancia el compromiso de la industria de alimentos para reducir el sodio en los productos procesados.
Por otra parte, resulta muy útil que la población esté informada acerca de los síntomas que pueden preceder a un ataque cerebral, como por ejemplo adormecimiento o parálisis en una pierna o un brazo, dificultad para el habla, problemas en la visión y dolor de cabeza súbito pueden ser señales de la inminencia de un evento, que de ser tratado en forma oportuna puede disminuir las posibles secuelas.
Los especialistas también coinciden en que las primeras horas, luego de transcurrido el ACV, son las fundamentales.