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Lanús se había reforzado en el receso de invierno como para postularse a obtener otro título a nivel local. De hecho, una goleada sobre Belgrano en el debut había generado la ilusión de cortar la sequía que lo acompaña desde 2007. Sin embargo, la caída ante Atlético de Rafaela y las igualdades ante Estudiantes y Vélez bajaron los decibeles en la institución. Ahora le tocaba recibir a Olimpo de Bahía Blanca con la intención de recuperarse de lo hecho en el pasado reciente.
Pese a este adverso panorama, el "Granate" llegaba envalentonado por la clasificación a los Octavos de la Copa Sudamericana, luego de superar con altura y sin atenuantes a Racing, ganándole la ida y la vuelta. Pero los escasos 5 puntos cosechados en el primer tramo del campeonato representaban un llamado de atención para el plantel, que necesitaba acomodarse antes de encarar la serie continental ante la Universidad de Chile con muchas expectativas.
Bajo este marco salieron los elencos al campo de juego del Néstor Díaz Pérez y durante los minutos iniciales primó la lógica, con el conjunto local siendo quien dominaba el balón y atacaba a un urgido rival que lo esperaba lo suficientemente atrasado como para no correr riesgos. Sin embargo, el primero en mandar un peligroso aviso fue el elenco visitante. Corrían apenas seis minutos cuando apareció Martín Pérez Guedes para peinar el balón de cabeza y desacomodar a Agustín Marchesín, estrellando la pelota en el travesaño.
Dicho aviso pareció terminar de enchufar al 'Granate', quien con el correr de lo minutos comenzó a acechar cada vez con más insistencia y tuvo diversas oportunidades de poder abrir el marcador por intermedio de su infalible receta: la pelota parada. Sin embargo, aunque por momentos lo sufría, el "Aurinegro" había logrado controlar a su manera las arremetidas rivales y estaba logrando mantener su valla en cero. Pero el local no se resignaba y se convertía prácticamente en el dominador absoluto del encuentro.
Pasada la media hora de juego, los de Guillermo Barros Shcelotto dilapidaron dos buenas ocasiones. Una de ellas se le escapó por error ajeno, ya que Saúl Laverni no sancionó un claro y 'grotesco' penal en contra de Santiago Silva; mientras que dos minutos después, Lucas Melano se perdió un gol increíble al mandar la pelota por encima del travesaño cuando estaba solo de frente al arco.
Lo cierto es que Lanús merecía no marcharse con las manos vacías al complemento y a poco del final de la primera etapa pudo lograr su tan 'esquivo' cometido. Fue a los 44 minutos cuando apareció Lautaro Acosta para fulminar a Nereo Champagne, ponerle justicia al marcador y decretar el 1-0 parcial.
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