El marasmo en que parece bascular el destino de Europa y que esta semana libró una estratégica batalla en Grecia, parece ausente de la campaña electoral argentina. El mundo quiere salir de un durísimo ajuste. En plena globalización (no hay otra economía ni otro sistema que no sea el capitalismo), el bajo tono muscular la economía de los Estados Unidos preocupa tanto como la inflación que ya mordisquea los talones de los países más avanzados del mundo emergente.