La Copa Sudamericana fue testigo, ya en su Segunda Fase, de un duelo espectacular que enfrentaba a dos de los cinco grandes del fútbol argentino. San Lorenzo y River, que regresaron a las copas internacionales después de cuatro años de ausencia, se vieron las caras en el Nuevo Gasómetro.
Un clásico que históricamente supo ser de los más trascendentales del medio local era reeditado, aunque lo sucedido en la Libertadores de 2008, con una clasificación épica por parte de los de Boedo (levantando una desventaja de dos goles en el marcador con dos expulsados) y la presencia de Ramón Díaz con la indumentaria "azulgrana" (incluso gritando los goles de Gonzalo Bergessio), hicieron crecer la rivalidad de toda la vida. Hoy los planes se invirtieron, ya que el riojano llevó a los de Núñez al plano americano y busca recuperar la gloria perdida en los últimos años.
Con todas sus ilusiones a cuestas salieron los equipos al campo de juego con lo mejor que tenían disponible (en la visitano llegó la habilitación de Teófilo Gutiérrez, por lo que Rodrigo Mora ofició de único punta). El tramo inicial encontró mejor parado al 'Millonario', que se adueñó del manejo del balón, aunque los primeros diez minutos se tornaronbastante luchados.
Y aunque los de Núñez no habían logrado inquietar demasiado a Cristian Álvarez, en la primera pelota que mandaron de forma profunda, lastimaron. Fue a los 17 minutos cuando Jonathan Fabbro ejecutó un tiro libre directo al arco, que el rosarino no pudo controlar y dio un innecesario rebote que fue conectado por Jonatan Maidana para decretar el 1-0.
Mientras el conjunto 'azulgrana' continuaba sufriendo las falencias mostradas en la última caída frente a Argentinos Juniors, los dirigidos por el riojano se iban afirmando cada vez más como los protagonistas del encuentro gracias a la firmeza de Eder Álvarez Balanta en el fondo, el gran desempeño de Cristian Ledesma en el mediocampo y el excelente desequilibrio generado por el 'encendido' Manuel Lanzini en el ataque.
Pese a que quedaba en evidencia la debilidad en el ataque 'millonario', el 'Ciclón' no encontraba los caminos como para poder equilibrar el duelo y sólo a los 37 minutos tuvo una buena chance que había terminado en gol de Ángel Correa, pero la maniobra fue anulada porque el juvenil presionó con los brazos en alto la salida de Chichizola y bajó la pelota con la mano. Así, los de Núñez se fueron al descanso con una mínima y justificada diferencia a favor.