El Gobierno de Francisco Pérez, el oficialismo que viene de ser derrotado, tiene hoy un problema insoluble: cómo estar con un modelo de gestión que le ha venido dando el sustento hasta ahora, sin que los mendocinos que rechazaron ese modelo del sustento y que volverán a evaluar en octubre lo hecho muy posiblemente en el mismo sentido, lo noten. Ese es el punto.