Polémica por los libros: Vollmer le pedirá a la Nación permiso para filtrar todo el material que envíe
La titular de la DGE adelantó que la semana que viene ella, junto a pares de otras provincias, hará un "pedido expreso" al Consejo Federal de Educación para revisar las obras que lleguen a las escuelas. Admitió "diferencias de criterios" con la cartera nacional. "Esto no puede volver a ocurrir", señaló.
"Esto no puede volver a ocurrir", sentenció la directora general de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer. La contundencia de la frase de quien fue segunda en la cartera educativa nacional antes de tomar las riendas de la DGE refleja el malestar que causó en Mendoza la llegada de algunos títulos con contenido "pornográfico", "vulgar", "de mal gusto", entre otros calificativos utilizados por quienes alzaron la voz de alerta una vez conocido el material de libros como "El Inspector Justo", "Aquerosología en acción", "Peter Capusotto el libro", entre otros.
Y la polémica va más allá de las quejas públicas porque la semana que viene Vollmer, junto a ministros de Educación de otras provincias, presentarán en la reunión del Consejo Federal de Educación un "pedido expreso" para que se les conceda la responsabilidad de revisar todo material que la cartera que dirige Alberto Sileoni envíe a los colegios, cosa que por ahora no sucede y que genera más cuestionamientos por parte de los educadores.
Es que una vez abierta la polémica, desde la DGE justificaron que son los bibliotecarios quienes tienen la función de revisar las ediciones que llegan a los colegios.
Por eso, Vollmer anticipó el petitorio a Sileoni, además de señalar que los 7 títulos que decidieron retirar de las bibliotecas "permanecerán en las direcciones en concepto de guarda hasta que analicemos con especialistas y decidamos el destino final que tendrán".
Además, la titular de la DGE admitió una "diferencia de criterios" entre su gestión y la de Sileoni. "Tenemos que averiguar qué criterios se evaluaron" para seleccionar los títulos "y permitir que esos materiales que pueden tener mucho valor artístico y literario, pero de ninguna manera son aconsejables para que estén en las escuelas".
Por otra parte, la funcionaria negó haber tenido relación a la selección de textos durante su gestión como secretaria de Educación de la Nación: "Nunca participé de la selección de estos libros, estaban a cargo de otros equipos", dijo ayer en Las Heras, a donde llegó para participar de la entrega de netbooks a alumnos de colegios secundarios.
La justificación de Sileoni
El ministro Sileoni explicó en medios nacionales que la colección no consiste en lecturas obligatorias ni en materiales para trabajar en el aula, sino en una oferta alternativa, con géneros que involucran lenguajes y formatos poco explorados hasta hoy en la escuela y, muchas veces, lejanos en apariencia al mundo adulto
El ministro Alberto Sileoni.
Según publicó el diario Página 12, el funcionario explicó que los libros cuestionados forman parte de una colección de narrativa dibujada, firmada por autores de reconocida trayectoria y calidad, y especialmente seleccionada por el Consejo Asesor Federal pero no como material para trabajar en las aulas, sino como un repertorio posible de lecturas extracurriculares.
La colección en cuestión, agregó, propone que los alumnos, orientados por un bibliotecario o por los profesores de distintas áreas, puedan recorrer los libros desde distintos itinerarios posibles y acercarse a lecturas de los géneros tradicionales y de los nuevos géneros, tales como la historieta, la novela gráfica y el libro-álbum. La orientación de un docente o de un biliotecario puede contextualizar las obras en el tiempo y espacio en el cual han sido concebidas, para acortar la distancia entre la obra y sus posibles lectores, aunque de todos modos el material no es de carácter obligatorio y los docentes deben evaluar la pertinencia y el abordaje que harán de los mismos. En las escuelas hay lecturas que son obligatorias para los alumnos y otras que no lo son, en este sentido, distribuimos libros que forman parte de un material de consulta para las bibliotecas escolares, agregó.
Cuál es el límite: escándalo por los libros que la Nación mandó a las escuelas Es por contenido "implícito y explícito" sobre cuestiones sexuales, religiosas, políticas y de hábitos. La Dirección General de Escuelas asegura que las revisiones de los mismos corresponden a las bibliotecas escolares. Entrá y mirá algunos ejemplos que desataron la polémica.