buenos aires

Piden investigar si a Susana Leiva la mataron por sospechar de un abuso hacia su hijo

La familia de la víctima denunció que el único detenido, pareja de la mujer asesinada, intentó abusar del menor y como la mujer advirtió esto, la mató.

Por Sección Policiales

La familia de Susana Leiva, la empleada doméstica asesinada en su casa de la localidad bonaerense de Temperley, sospecha que la pareja de la víctima, detenida por el hecho, intentó abusar del hijo de la mujer y, al ser descubierto por ella, la mató.

Así lo reveló a Télam Jorge Monastersky, abogado de una de las hermanas de Leiva, quien dijo que ante algunos indicios surgidos en los últimos días de testimonios de familiares de la víctima, el desencadenante del crimen pudo estar relacionado con una situación de abuso intrafamiliar.

"Hasta ahora se pensaba que el móvil del crimen tenía que ver con los celos de (Alberto) Ponce. Pero algunas manifestaciones del niño a su padre (una ex pareja de Leiva) nos hacen sospechar que pudo existir un intento de abuso por parte del acusado que Susana descubrió, lo que pudo motivar que fuera asesinada", explicó el letrado.

Por tal motivo, adelantó Monastersky, pedirán a la Justicia que se ahonde en este punto cuando el niño, de 10 años, que además se sospecha que pudo haber presenciado el ataque a su madre, declare en una Cámara Gesell el viernes próximo.

La diligencia está prevista para las 11 de ese día, en los tribunales de Lomas de Zamora, donde el niño será entrevistado por un grupo de psicólogos.

La medida fue ordenada por el fiscal de la causa, Héctor Toneguzzo, ante la presunción de que el hijo de la víctima pudo haber presenciado el ataque a su madre, ya que aparentemente estaba en la vivienda cuando fue cometido.

Según el letrado, el niño hizo a sus familiares algunas manifestaciones "sueltas", entre ellas que había visto a su madre "con sangre en la cara".

Por su parte, Ponce, con quien Leiva tenía un bebé y con quien convivía en la casa de Temperley donde fue asesinada, permanece alojado en la Unidad Penal 40 de Lomas de Zamora imputado del "femicidio".

El viernes de la semana pasada, el acusado se negó a declarar en su indagatoria ante el fiscal Toneguzzo.

En tanto, ese mismo día se conocieron los resultados de la autopsia que determinó que Leiva murió estrangulada manualmente, aunque también recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo en la espalda.

Fuentes de la investigación informaron a Télam que los médicos legistas de la morgue de Lomas de Zamora estimaron la data de muerte entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, lo que coincide con el momento de la desaparición de la víctima, denunciada el sábado siguiente a la mañana por el propio Ponce.

El hecho comenzó a investigarse el sábado 20 de julio último, cuando Ponce denunció ante la Policía la desaparición de su concubina de su casa situada en Blanco Encalada 245, de Temperley, en el sur del conurbano.

A partir de entonces comenzó la búsqueda de Leiva, que trabajaba como empleada doméstica en una casa de la Capital Federal, aunque su familia sospechó desde el inicio que la desaparición podía relacionarse con su situación sentimental.

Las hermanas de la víctima contaron que Ponce, quien se desempeñaba como ayudante de encargado de un edificio del barrio porteño de Recoleta, era "celoso" y ejercía "violencia y maltrato psicológico".

El miércoles por la mañana, la policía allanó la casa de la pareja y mediante perros adiestrados encontró el cadáver de la mujer en el pozo ciego.

Al momento del hallazgo, Ponce no se hallaba en la vivienda, por lo que comenzó a ser buscado por los investigadores, hasta que a la tarde fue apresado en el barrio de Constitución con una pequeña cantidad de cocaína y 4.000 pesos en efectivo en su poder.

Fuente: Télam

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