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El Dragón sigue siendo leyenda

Se cumplieron 40 años de la muerte del mayor luchador de artes marciales en la pantalla grande. Tenía 32 años.

Por Sección Espectáculos

El 20 de julio de 1973, en la cumbre del éxito, Bruce Lee muere en Hong Kong con tan solo 32 años de edad. Mientras estaba en el departamento de su amiga Betti Ting Pei esperando al productor Raymond Chow, sintió un profundo y agobiante dolor de cabeza que lo obligó a acostarse, y ella, según su versión que es considerada como oficial, le dio a tomar un analgésico. El actor cayó en una profunda inconsciencia de la cual ya no se recuperó. Entró en coma y fue llevado a un hospital en el que ingresó ya fallecido. Nunca hubo una explicación clara para su muerte y el episodio dio paso a la leyenda y a las especulaciones.

En abril de este año la Academia de Hollywood rindió homenaje a Bruce Lee con motivo del 40 aniversario del estreno de Operación Dragón, su filme más popular. La proyección se llevo a cabo en el Teatro Samuel Goldwyn de Beverly Hills, con la presencia de algunos integrantes del elenco de la mítica película, entre ellos John Saxon, uno de los protagonistas. En el mismo acto se abrió una exposición de afiches de todos sus filmes, y se hizo hincapié en todos los actores-luchadores que siguieron la ruta abierta por Lee: Jackie Chan, Chuck Norris, Jet Li, y Sonny Chiba (el maestro de Uma Thurman en Kill Bill), entre los más conocidos por el público. Un homenaje más entre los tantos que se le rinden a este actor especialista en artes marciales que, a pesar de las cuatro décadas de su muerte, y de unas pocas películas, está siempre en el recuerdo.

Lee nació en San Francisco en 1940 durante una visita ocasional de sus padres a los Estados Unidos, pero pronto la familia regresó a Hong Kong, donde padecieron la invasión japonesa. Después de la guerra Bruce tuvo una infancia normal, que alternó con el aprendizaje de las artes marciales, disciplina que lo atrajo siempre y que lo llevó a ser alumno de varias escuelas de la especialidad.

Regresó a los Estados Unidos a los 18 años, por decisión de su padre. En 1961, mientras estudiaba en la Universidad de Washington, en Seattle, Lee se financió la carrera de Filosofía trabajando como asistente de cocina en un restaurante chino. Posteriormente empezó a dar clases de boxeo chino en su propia y modesta escuela, mientras comenzaba la búsqueda de su particular estilo: el Jeet Kune Do. En ese ambiente fue donde conoció a quien sería su esposa, Linda Emery. En 1963 Lee se casó y formó su primera escuela oficial de artes marciales. Tuvo muchos problemas con la comunidad china local, que se negaba a que él enseñara el Kung Fu a occidentales. En 1964 asistió como invitado a una exhibición que daba Ed Parker, fundador de la Kempo Karate. Allí sus demostraciones y habilidades dejaron sorprendido al público asistente, entre ellos a un prolífico productor de TV llamado William Dozier, quien le solicitó que realizara algunos castings para sus proyectos televisivos.

Una productora norteamericana le ofreció un papel en la serie Kung Fu, pero finalmente el elegido fue David Carradine. Entendió claramente que había sido discriminado por su ascendencia china, aún no bien vista por algunas empresas cinematográficas. Por entonces apareció en varios episodios de la serie El avispón verde, encarnando a Kato, el chofer del héroe que interpretaba Van Williams. También se lo vio en un par de episodios de Batman, en la época de Adam West.

En 1971, mientras visitaba Hong Kong, el productor Raymond Chow, de la Golden Harvest, le ofreció a Bruce la participación en uno de sus proyectos cinematográficos. El primer filme se llamó Big Boss - Karate a muerte en Bangko k o “El gran jefe”) y fue de inmediato un tremendo éxito en Hong Kong, donde recaudó unos 3 millones de dólares. Bruce Lee se ganó el favoritismo de las comunidades chinas, quienes lo elevaron a nivel de héroe nacional.

Inmediatamente participó en su segundo filme de artes marciales llamado Fist of Fury (“Furia oriental” o “Puños de furia”) donde se explotó la supuesta superioridad del Kung Fu sobre el karate japonés como una forma literal de exorcizar el sentimiento de inferioridad chino frente a los japoneses. El éxito logrado por este filme superó toda expectativa y Lee se transformó en una sólida estrella de películas de artes marciales. Incluso más de una vez fue provocado, en lugares públicos, por entusiastas de las artes marciales que lo querían derrotar como fuera. Y fueron ignorados, claro.

En 1972 fue actor, guionista, coproductor y director de The Way of the Dragon (“La furia del Dragón” o “El camino del Dragón”) filmado en Roma junto a Chuck Norris. Fue otro éxito de taquilla dentro del circuito chino, ya que Bruce no quiso que saliera de él. Esta película es considerada un clásico del género, y la lucha en el Coliseo contra Norris es recordada como una de las más memorables en la filmografía de Lee. Los fans la mencionan con admiración como “El combate del siglo” .

Lee también trabajó en una película que quedaría inconclusa hasta bastante después de su muerte: sólo se habían filmado 12 minutos. Se llamó Game of Death (“Juego de la muerte”) y su historia dio origen al juego Mortal Kombat.

Una nueva oferta entre una productora estadounidense y una china, para filmar Enter the Dragon (“Operación Dragón”) lo entusiasmó, y participó allí como codirector de las escenas de lucha y como actor principal. Este filme le valió una fama póstuma y es considerado su obra cumbre. Fue finalizado en abril de 1973, cuatro meses antes de su muerte, y exhibido un par de meses después, con un éxito de taquilla que superó las previsiones más optimistas.

Sin duda, el legado más importante de Bruce Lee fue la apertura hacia occidente de las artes marciales chinas y la divulgación del Kung Fu en su verdadera dimensión. Con apenas 61, l kg. de peso y 1,71 de estatura, con la perfección de su técnica, el equilibrio, la coordinación, la rapidez de sus fintas, y su dominio corporal, no tuvo rivales ni quien lo supere hasta el día de hoy.

Fuente: Clarín

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