Triunfar en el fútbol no es fácil. Muchas veces, hay que saber levantarse y no bajar nunca los brazos. Bueno, esa es la historia de Nelson Benítez, quien pasó por todos los estados. Llegó a la "gloria" local, defendió los colores de un "monstruo" europeo y luego quedó "colgado". No lograba reinsertarse en el ambiente y jugaba partidos amateurs para no perder el ritmo. Pero hoy está a nada de volver a tocar el cielo con las manos: de ganar la Copa Libertadores.
El "Chino", como es comunmente conocido, salió de la cantera de Lanús y, tras unos pasos por Talleres de Córdoba y Gimnasia de Jujuy, retornó al elenco "granate" para cumplir uno de sus sueños de chiquito: salir campeón. Es más, hizo un gol en la victoria ante el "Lobo" platense, que dejó al elenco del Sur a tiro de su primer trofeo en Primera.
Luego fue transferido a Europa para jugar en el Porto de Portugal. Todo hacía indicar que su carrera iba en ascenso, pero desde allí no paró de bajar. En el "Dragón" no tuvo continuidad (hasta fue cedido al Leixoes) y luego de algunos años de poco rodaje regresó al país para ir a San Lorenzo.
En el "Ciclón", salvó un gol a Independiente en el Libertadores de América, pasó casi desapercibido. No jugaba seguido y terminó recalando en Estudiantes de La Plata. Aquí, la historia se repitió, pero con un atenuante: además de no jugar, luego quedó "colgado" un año.
Los libros de pases avanzaban y el marcador de punta izquierdo no conseguía un club donde desempeñarse. En el medio, recurrió a cosas que quizás otros profesionales no hubiesen hecho: disputar partidos contra amateurs.
Un clásico en Lanús es, para celebrar cada fin de año, que los periodistas partidarios se enfrenten contra los de prensa oficial en un partido en La Fortaleza. Para él último, hubo algunos refuerzos y Benítez fue uno de ellos. El defensor fue la gran figura del cotejo con dos goles y se llevó la ovación de todos los presentes.
Pero no todo lo "raro" quedó allí... Luego se tomó el hábito de estar los lunes por la noche en un club barrial de Lanús (CIDECO) para jugar encuentros de 'papi fútbol'. Junto a sus amigos, enfrentaba a un grupo de adolescentes que, al parecer, la 'movían' bastante bien.
"Tenemos un buen equipo. De las veces que nos enfrentamos, siempre les ganamos", relataba a PLAYFUTBOL Federico Godi, uno de los privilegiados de esta atípica historia. Llegaron a disputar cuatro cotejos durante el verano, donde el equipo de Benítez nunca pudo vencer.
Los primeros tres enfrentamientos fueron triunfos para los "amateurs", pero en el cuarto la mano cambió un poco. El lateral, para ver si podía cambiar la suerte, invitó a varios de sus amigos para revertir la situación. Llamó a Lucas Alessandria, al Turco Salomón y a algunos técnicos de las inferiores de Lanús, relató el joven del elenco rival.
Pese a acudir a sus ex compañeros en el "Granate", no pudo quedarse con la victoria y terminó empatando el partido. "Él era rápido, entonces la tiraba larga, te ponía el cuerpo y sacaba un bombazo de zurda. Así nos complicaba", concluyó Godi, quien ahora presume junto a sus amigos la historia de haberle ganado a quien ahora está en Olimpia de Paraguay.
Luego de tanto esperar, tuvo una nueva oportunidad. Lejos de los flashes, recaló nuevamente en Talleres de Córdoba para disputar el duro y extenuante Torneo Argentino A. Allí, el "Chino" pudo demostrar nuevamente su talento y contribuyó para que la "T" ascienda y regrese a la Segunda División.
Igualmente, la mayor sorpresa sucedió luego, hace pocos días. Debido a la Copa Confederaciones, la Libertadores se atrasó y los clubes que llegaban a semifinales podían incorporar futbolistas. Olimpia, uno de ellos, depositó sus ojos en él y lo contrató.
Los paraguayos lograron pasar a Independiente Santa Fe de Colombia (pese a perder la vuelta por 1 a 0) y ahora en la final enfrentarán al Atlético Mineiro de Ronaldinho.
Aunque parezca increíble, así es. Nelson Benítez, quien hace unos meses disputaba partidos con aficionados para estar en ritmo, hoy está a un paso de volver a ser noticia y quedarse con el certamen más importante del continente. Una verdadera historia de lucha y convencimiento.
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