El partido anti Power Point quiere llegar al poder
Juran que representan a 250 millones de personas en el mundo. Si se imponen, lo prohibirán por ley. Se trata de un grupo de personas que odian las diapositivas digitales que se utilizan en las presentaciones empresariales.
Una nueva fuerza política fue formalmente creada en Zurich, Suiza por un grupo de personas que odian las diapositivas digitales que se utilizan en diferentes presentaciones empresariales y académicas. El movimiento anti Power Point ya tiene su partido en ese país y amenaza con extenderse por Europa con la premisa de terminar por ley con esta herramienta digital.
El Partido Anti-PowerPoint (APPP) es un movimiento internacional que busca llevar la cuestión de PowerPoint al conocimiento de la población mundial. El APPP se considera el defensor de aproximadamente 250 millones de ciudadanos de todo el mundo, que todos los meses, están obligados a estar presentes durante aburridas presentaciones en las empresas y que no han sido representados en política hasta hoy.
El movimiento se refiere al uso de software para presentaciones, como PowerPoint, como la fuente del problema. El objetivo es reducir el número de las presentaciones aburridas en todo el mundo y que las personas que quieran rechazar el PowerPoint, no tengan que justificar su decisión en el futuro.
Para atraer la atención mundial a esta causa, el movimiento seleccionó el formato organizacional de un partido internacional en Suiza, aquí todo ciudadano del mundo puede convertirse en miembro del partido.
El APPP llama a sus miembros "defensores". El partido se propone ser el cuarto partido suizo con 33.000 miembros y por lo tanto convertir la cuestión de PowerPoint en un tema político que se aborde amplia y profundamente en todo el mundo.
"Mientras más personas hablen sobre el tema, más cambios se implementarán", dice Matthias Poehm, fundador de APPP. El partido calculó que los salarios por hora de los participantes solamente causan una pérdida económica anual de 350 mil millones de euros en todo el mundo.