Los organismos tomarán como antecedente el castigo que recibió Vélez en mayo de 2011, también por el uso de bengalas por parte de sus hinchas, para reforzar la decisión de castigar el uso indebido de elementos de pirotecnia, prohibidos en los estadios de fútbol.
Tanto aquella vez en Vélez como ahora en Boca, el fiscal que investigó los hechos es Martín López Zavaleta quien, tras ordenar la clausura preventiva de las bandejas populares de la Bombonera pudo determinar que la pirotecnia lanzada durante el partido fue ingresada y guardada en el estadio horas antes del encuentro.
A partir de allí, el objetivo de López Zavaleta es dar con los responsables del ingreso de tales elementos y de quienes les abrieron las puertas, contexto en el cual queda bajo sospecha la dirigencia de Boca y los responsables del operativo de seguridad del Superclásico.
En caso de comprobarse que dirigentes del club omitieron tomar recaudos de seguridad al respecto, sería la cuarta causa similar para Boca en los últimos tres años, y al club podría caberle una pena máxima de tres meses de clausura.