Uno de los buenos momentos que recordó Saviola fue su pasado por el Barcelona: Cuando vuelvo al Camp Nou vuelvo a casa. Fue una época difícil, dura. No se ganaba nada, la cosa salió complicada. Tenía 19 años, era un adolescente y cuando llegué falleció mi padre. Cuando más necesitaba su apoyo y su consejo, le perdí. Maduré rápido, me tuve que hacer hombre inmediatamente. Y continuó: Siempre me trataron muy bien. ¡Me aplaudieron cuando volví con el Real! No vieron como una traición que me fuera a Madrid, porque no lo hice ni por rencor, ni por desprecio Sencillamente busqué un equipo donde pudiera jugar y no pude decirle que no al Madrid.
Luego, el atacante fue consultado por los entrenadores que ha tenido a lo largo de su trayectoria y no dudó al momento de mirar para Núñez: Si he de elegir un técnico, me quedo con Gabriel Rodríguez. Le tuve a los 8 años, en River, venía del Futsal y pasé a cancha grande. ¡Eso era un mundo! Él me enseñó a pararme, a saber correr, los movimientos de ahí vino todo. Pero está también Ramón Díaz, que tuvo el coraje de ponerme a los 16 años, en contra de todo el mundo. Pero ahí aguantó y le salió bien.
Y también destacó a los compañeros que ha sabido tener y brindó un particular elogio (con aclaración incluida) para el último ídolo de Boca: He jugado con los mejores, con el Ronaldinho de su mejor época; con Crespo, que era impresionante Con Patrick Kluivert y Rivaldo, que eran una maravilla De todos, creo que es con Pablo Aymar con quien he tenido más afinidad dentro de una cancha. ¡También jugué con Riquelme! Román era un espectáculo, cuando tenía ganas de jugar no le podías sacar la pelota. ¡Todo un tipo Román! Le disfruté mucho. He sido un privilegiado.
Y al nombrar a futbolistas de primer nivel, Saviola no pudo evitar recordar una anécdota con el mejor del mundo, Lionel Messi: Le rompieron la nariz y un amigo periodista me contó que estaba mal... y le mandé una camiseta para animarlo. Luego, coincidimos el último tiempo en el Barcelona, venía a entrenarse con nosotros y, en el 2006, fuimos al Mundial. Buen tipo, humilde... Sigue igual en lo personal, pero futbolísticamente ha cambiado. Ahora, es tremendo, escoge el momento y mata. Ahora elige el tiempo, entiende el juego y decide cuándo mata por puro talento. Eso lo pueden hacer muy pocos futbolistas.
Para culminar, el Conejo no dudó al momento de tener que reconocer de qué equipo es hincha de los siete por los que pasó: De River. En Parque Chas me crié y disfruté del fútbol como no lo hice más, no volvió a ser lo mismo. Llegó la responsabilidad, la presión Si he de besar una camiseta es la de River.